Casados por conveniencia | Jimin y tú

"Lo quiero"

Capítulo 10: "Lo quiero".

—¿Entonces él no tiene el anillo? —Preguntó confuso YongHwa.

—No, pero sé que es el inútil Park Jimin.

—Pues, no lo conozco de todo ¿Está segura?

—¿Eh? ¿Sabes algo?

—No, simplemente decía —miró a otro lado.

—Consígueme el informe de Park Jimin.

—¿Qué?

—Es la única manera de saber si entró a un hospital psiquiátrico o algo.

—Es que... solamente lo tiene el presidente Lee —confesó.

—¿Cómo? Mi padre tiene su informe. Eso si esta extrañó —dije extrañada.

«La única manera de averiguarlo es seguirlo», pensé.

Me levanté de la silla y salí de la oficina. Paseó por la empresa buscándolo hasta encontrarlo, en la cafetería estaba preparando su café.

Escondida detrás de la puerta observó sus pasos.

«Se supone que toma su café amargo», pensé.

Me acerqué a sacarle el café amargo y lo tomé adelante de él.

—¿Qué haces? —Preguntó confuso.

—Me apetecía un café. —Sonreí yéndome.

Exhalo molestó y se preparó otro. Su café fue amargo.

«Eres Park Jimin».

Me doy cuenta del sabor amargo que había tomado. Casi haciendo arcadas voy corriendo por agua.

...

Fui su oficina del enano para entregarle unos papeles.

«Ya con solo ver la puerta es fea su oficina».

No dejaba de ver lo anticuado que era por dentro.

—¿Qué haces Srta Park? —Preguntó con su mala cara.

—Veía como lo fea que es su oficina. —Ladeé una media sonrisa.

—Esta fea oficina es de su empresa.

Quedó callada tal humillación. Carraspeé dándole los documentos.

—¿Para cuándo los papeles de divorcio? —Saqué el tema a flote.

—Para nunca porque no sé de qué habla. —Y seguía haciéndose el tonto.

—Jimin, nuestros padres descubrieron nuestro fraude de matrimonio. No puedo divorciarme de ti hasta pasar un año y medio porque quiero enamorarme de otras personas sin tener que estar pensando que tengo un esposo. Creí que podía escaparme de ti luego de haber pasado los 8 meses, pero me engañaste enano de cuarta —dije subiendo mi enojó—. Así que es mejor que te levantes y hables con tus padres para separarnos porque tú tienes el maldito contrato para evidenciar del plan.

Se quedó mirándome con una sonrisa oculta.

—Ani.

—¿Ani? ¡¿Yahhh?! —Grité histérica.

—No sé de habla. No estoy casado con nadie, soy soltero. Y no recuerdo de haber tenido alguien así en mi vida, y si lo tuve nunca hubiera sido usted —confesó el descarado.

Mi paciencia se estaba acabando. Esto era más que un juego que hacía.

—¿Entonces es un no?

—Ani.

—¿Ani? —Rodeé los ojos— ¡Decídete! ¡¿Es un no o sí?!

—Puedes irte de mi oficina, tengo mucho trabajo —comentó ignorándome.

Exhalo fastidiada.

Me acercó a él rodeando la mesa. Nervioso me pregunta.

—¿Qué hace, Srta Park?

A centímetros de su cara mirándolo asesina, digo:

—Yaah... yo también se jugar —robándole una galleta que tenía. Me voy como cual diva era.

Estábamos al estilo conferencia presentando nuestro producto de crema. También se hacía el anunció de la unión entre la empresa de Jimin y el mío.

No podía dejar de verle. Su sonrisa esplendida hablando tiernamente con unos niños que se habían acercado.

No pude evitar sonreír tal acto tan lindo.

—¿Qué mira, Srta ___? —Preguntó el secretario.

—¿Ah? —Dije distraída.

—¿Pudo arreglar su asunto?

—Anieyo.

—¿Y por qué lo dice con una sonrisa?

Se difuminó mi lindura que tenía.

—Es lindo Jimin ¿O no?

—¿Qué?

—Nunca vi su lado tierno, siempre se mostraba rudo. Pero ahora que lo veo, se ve tan cute que quiero estar junto a él. Es amar a Park Jimin —dije sin dejar de mirarle al jimeno.

—¿Qué? ¿Qué le pico? —Extrañado. Tras pensar, continuó—, ahhh, lo dice porque debe de conseguir lo suyo.

—¿Cómo? —Confusa por lo que dijo.

—Sí, se refiere que debe de acercarse para tomar su confianza y conseguir el objetivo.

—Es qué...

Flashback

—Ahhh, te amo.

—Park ____.

Moví su cabeza de lado, mostrándole un cartel que decía aquello.

—Dice te amo.

Suspiró aliviado. Reí por su actitud tan tonto.

—¿Tanto miedo tienes que te diga que te amo? —Pregunté terminando mi tercer vaso de alcohol. Ya estaba sintiendo mi mundo moviéndose. Tengo muy poca tolerancia.

—Sí.

—¿Por qué?

Suspiró pesado.

—Si te enamoras de mí, arruinas mis planes —contestó.

Fin del flashback.

Bajó la cabeza al recordar que no soy la indicada para él.

Lo dije. Si él se iba, sería la mujer con el corazón roto que poco podía repararse. Quiero divorciarme de Jimin porque él fue mucho para mí, me lastimó y no quiero seguir recordándole.

Sin embargo, poco podía enamorarme de alguien cuando quedaron cenizas por un amor mezclando de enojo y rabia.

—Sí, es por eso —dije fingiendo una sonrisa.

—Suerte.

—Por cierto, ¿a esto te referías a que nunca se iba ir?

—La vida giros inesperado, srta ___.

Sonreí. Me acercó a Jimin quién estaba mirando su teléfono.

Ignorando mi presencia, lo jalo hacia mí quedando a centímetros de sus labios.

—Te haré recordar quién es tu esposa, Sr Park Jimin —dije con una sonrisa traviesa. Quiso separarse de mí, pero fue demasiado tarde al ser capturados por las cámaras de los reporteros.

Jimin no podía creerse lo que estaba sucediendo. Su expresión molesta por la tal situación.

«Vas a caer... lo sé».

[***]