One Shot.

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Su mirada era algo hipnotizante, cada vez que el recitaba un poema frente a la sala, no me fijaba en lo que hablaba, sino en sus ojos.

Eran tan perfectos y tan bonitos.

Parecía una playa que había visto solo en fotos, una playa de un color verde agua. Así eran sus ojos.

Tan llamativos.

Pero carente de sentimientos. Parecían tan serenos y solitarios, yo sabía perfectamente que no tenía muchos amigos excepto sus hermanos.

Me sentía mal pero no podía acercarme a él, mi timidez me hacia retroceder rápidamente.

Las veces en donde hablé con él, era contadas con los dedos.

Eran tres veces en donde había hablado con él, pero tratando del trabajo en clases, nada más.

Me intrigaba su forma de ver las cosas, tan serenas como si no le importaba nada.

Me hubiera gustado saber más de él, pero temía acercarme, temía que me viera con malos ojos.

Cuando solo quería saber más allá de su mirada indiferente.

Doy un suspiro y apoyó mi mejilla en la palma de mi mano, perdiéndome en el paisaje que me otorgaba la ventana que se encontraba atrás mio.

Todo me parecía aburrido, la escuela me parecía aburrida. Excepto los ojos del chico, no me cansaba de verlos. Y deseaba profundamente que no se haya dado cuenta de lo mirada. O moriría de la vergüenza.

—Haruno-san —alguien me llamó y con pereza miró hacia arriba, y quedó muda.

Bajé rápidamente la mirada y empecé a golpear mi uña contra la mesa.

—¿Pasa algo Sabaku-san? —pregunté seria, tragandome mi nerviosismo.

Unas hojas fueron puestas en mi pupitre y con curiosidad las agarro.

—¿qué es?

—no tengo compañero para hacer este trabajo y quería saber ¿si te gustaría hacerlo conmigo Haruno-san?

Me quedé nuevamente muda y empecé a sudar.

—claro, no hay problema —dije con una sonrisa tímida.

Él asintió.

—nos vemos después de clases... —y sin más se dio media vuelta y se fue a su asiento.

Lo vi irse y rápidamente volví mi mirada hacia adelante y después a las hojas.

—"¿puede que se haya dado cuenta?"

Miré como mis manos temblaban ligeramente así que empecé a abrir y cerrar la mano.

—"tranquila Sakura, solo es una tarea... Nada de otro mundo... Será como las otras tres veces..."

Di un suspiro y negué, esto me pasaba por pensar mucho en alguien que sin darme cuenta y lo invoco.

(#)

Mi espalda se encontraba apoyada en la pared y mi mirada a mis pies, con un leve sonrojo. Ya que mi mente ya estaba ideando nuevamente que esto se trataba de una cita.

Hay aveces en que quiero golpearme la cabeza con cualquier cosa por esos pensamientos.

—¿Haruno-san? —dijo una voz masculina a mi lado.

Me sobresalte y giré mi rostro para ver al pelirrojo.

—H-hola Sabaku-san...

—lo siento por llegar tarde —dio una leve reverencia como su forma de pedir disculpa.

—n-no te preocupes —dije moviendo mi mano, restándole importancia.

Él asintió y volvió a su postura recta.

—¿Adónde vamos? —pregunté con una sonrisa de medio lado, tratando de tranquilizar el ambiente que para mi era algo incómodo.

—mis hermanos no están en casa ¿no te importa?

Negué rápidamente.

—bien, vamos —él asintió y pasó a mi lado, yo me giré a él y sin decir nada lo empecé a seguir.

El camino fue en silencio, cada uno en sus mentes, hasta que recordé sus ojos.

—Sabaku-san/ Haruno-san —dijimos al unísono y me sonroje levemente.

Él se detuvo y se giró hacia mi.

—¿qué iba a decir? —preguntó él con su mirada tranquila.

—n-nada importante... ¿Y usted? —pregunté desviando la mirada hacia otro lado.

—ya estamos en mi casa...

Asentí varias veces y él me dejó entrar primero.

—"¡¡idiota, idiota!!"

(#)

Ambos nos encontrábamos en silencio, concentrados en nuestro trabajo hasta que sin darme cuenta mi borrador se había caído de la mesa.

Iba a recogerla pero la mano del pelirrojo se había adelantado.

—toma... —dijo con su voz serena extendiendo su mano.

Me volví a sonrojar y la agarre con timidez.

—g-gracias... —susurré con la cabeza gacha.

El lugar quedó en silencio hasta que él nuevamente habló.

—te queda bien el cabello corto... —yo lo miré con sorpresa y él giro su rostro hacia un lado— d-digo... Que también te queda bien el pelo largo... Aunque se te ve mejor el cabello corto...

Le di una sonrisa nerviosa.

—gracias por el halago Sabaku-san...

—dime Gaara... —dijo de pronto y un sonrojo se apoderó de mis mejillas —e-es que me parece muy formal y tenemos la misma edad... ¿No lo crees, Sakura? —él miró hacia otro lado, con un leve tinte en sus mejillas.

No sabia que detrás de esa indiferencia hubiera algo así.

Parecía tan tierno e indefenso.

Y pensé que su sonrojo hacían juego con sus hermosos ojos verde agua.

—claro Gaara-kun... —y le mostré una de mis mejores sonrisas.

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MARIAANGELZ.

Mirada (GaaSaku) Where stories live. Discover now