Parte sin título 17

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—¿Ocurre algo Kagome?—preguntó mirándola fijamente, pues ella parecía ignorar su presencia.

—¿Eh?... No, no nada, Inuyasha —rio nerviosamente.

—Bien, entremos al salón —le dijo para comenzar a caminar, tomándola de la mano. Se dio cuenta perfectamente que mentía, comenzaba a conocerla.

Kagome lo siguió, en ese momento ni siquiera le importó que la llevara de la mano, seguía tan indignada, molesta con el moreno, que pasó por alto dicho detalle.

...

Sango desde que escuchó que Inuyasha llamó a Kagome, optó por irse a su salón y dejarla con él, no iba a intervenir a pesar de que tenía obvia inclinación por su amigo, pues sabía que a Kagome ya le interesaba el ojiazul. Unos segundos después que ella, entraron sus dos compañeros.

— ¡Ey Sango! — saludó Jakotsu emocionado —se acerca el día.

—Sí, por fin. Ha pasado mucho desde la última vez.

—Pues estaremos apoyándote, ¿cierto, Bank? — preguntó a su amigo, mismo que estaba sumamente molesto.

—Siempre lo hemos hecho—respondió fastidiado, tomando asiento.

— ¿Sabes por qué anda de mal humor tan temprano? — susurró curioso al oído de la castaña.

—Ni idea— contestó risueña, también en susurro, supuso que tendría que ser por Kagome, aunque no le diría a Jakotsu, pues seguro le preguntaría.

Bankotsu volteó a verlos molesto, sabía que hablaban de él por la forma en que susurraban y lo veían... ambos chicos fingieron demencia en el acto, nunca era buena idea molestarlo. Se levantó de su asiento cuando notó que Sara lo veía y ya se encaminaba directo hacia él... aunque la misma, cambiando también de rumbo, lo siguió. No se daría por vencida.

—Hola, mi amor— le dijo al momento de detenerlo justo en la puerta del salón.

Bankotsu rodó los ojos fastidiado, pensaba en deshacerse de ella pero se le ocurrió una mejor idea justo al ver a Kagome, misma que venía de la mano de Inuyasha.

Él no hizo nada, sabía que Sara se encargaría... y así sería.

—Te extrañé tanto durante el fin de semana— continúo con su plática, mientras se colocaba de frente a él y lo abrazaba del cuello.

—No me digas— le respondió fingiendo interés, viéndola complacido y con su sonrisa de medio lado mientras la tomaba de la cintura.

A Sara le extrañó el comportamiento del ojiazul, pues nunca había permitido tanto acercamiento y menos corresponderlo... algo debía pasar, y eso tenía que aprovecharlo.

—Siempre lo he hecho, desde que no estamos juntos — lo acarició de la mejilla, viéndolo a los ojos «¿qué planeas Bankotsu?» lo conocía... de reojo vio lo que ocurría... «Kagome...» no olvidaba las palabras de Ayame, se sintió usada, pero pensaba sacar provecho de la situación.

Bankotsu continuaba con ella entre sus brazos. Consiguió lo que quería, pues Kagome pudo verlos perfectamente y molesta entró al salón, fingió no darles importancia.

En cambio, Sara no iba a dejar las cosas solo ahí, continuaba acariciando el rostro del moreno y lentamente se acercaba a sus labios. Al mismo tiempo Bankotsu la miraba casi indiferente, fue su novia de mucho tiempo, pero ahora era como cualquier otra.

— Te amo, Bank...—le dijo quedamente, para unir sus labios a los del chico.

«¿Qué más da?» pensó Bankotsu y la dejó besarlo, aunque él no le correspondió del todo.

Mi razón para sobrevivirحيث تعيش القصص. اكتشف الآن