Capítulo 1. Decisiones abruptas de un Uzumaki trasnochado

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DISCLAIMER: Los derechos de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto. Yo soy solo un soldado del fanfic. 

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—¿Ves lo que te digo? No me quiere—. El rubio se tiró en el sofá mientras reiteraba un punto que, a estas alturas de su relación, era obvio para todos excepto, al parecer, para Sasuke.

—No es eso.

Naruto comenzaba a agitarse. Podía soportar que su suegra lo viera con desprecio y que su suegro fuera abiertamente grosero con él, pero lo que lo molestaba era que su novio hiciera caso omiso o negara la existencia de cualquier tensión.

—¿Entonces qué es? 

El chico empezó a subir su tono de voz. Aunque intentaba modularla, su temperamento explosivo estaba apoderándose de la situación y, con él, de todas las oportunidades de tener una conversación medianamente civilizada con su pareja. 

Sasuke estaba incómodo. No creía necesario introducir a la plática algo que ninguno de los dos podría solucionar por mucho que lo desearan (aunque sinceramente él no lo deseaba). Pero, la mirada insistente que le lanzaba Naruto daba a entender que no cedería con facilidad.

Inspiró profundo antes de abrir la boca. Prefería decirle la verdad y zanjar el tema que seguirlo discutiendo. Pero era difícil plantear la situación cuando los ojos azules de Naruto estaban clavados en los suyos. 

—Pues—. Se llevó la mano a la barbilla — ... Sé que la relación no es la mejor, pero no entiendo por qué te importa llevarte bien con mis padres.                                                                                                 

—Dímelo—. La voz de Naruto era tajante.  

Sasuke suspiró. 

—A mi madre le molesta que tú no puedes darme un hijo.

El rubio quedó petrificado. ¿Era esa la razón por la que no lo aceptaban? ¿Por no tener útero, no ser mujer? Sintió un nudo en la garganta, mientras que la rabia y la desilusión le llenaban el cuerpo.

—Vamos, no es importante—el moreno se encogió de hombros. No se esperaba una reacción así por parte de Naruto, en especial cuando todos los comentarios viperinos de su madre sobre "necesitar niños en casa" y "ansiar ser abuela" caían como tromba cuando se visitaban. Era todo menos una sorpresa...

—¿Cómo no va a ser importante? — chilló el rubio con un tono que rayaba en la histeria. Estaba saliéndose de sus cabales. ¿Cómo podían los Uchiha ser tan crueles y egoístas? Él amaba a su hijo como nadie, quería hacerlo feliz por siempre y envejecer a su lado... pero para ellos no era suficiente ¡porque no podía parir!

Su visión se empañó.

—Tranquilo, no pasa nada...— Sasuke intentó acercarse a él, menguar sus ánimos antes de que se involucraran en otra discusión fútil e idiota. Lo abrazó con fuerza, intentando comprender cómo debía reaccionar. Y, es que Naruto Uzumaki era impredecible...

El rubio se dejó envolver por los brazos de su novio. Se sentía derrotado, abatido por una realidad que no podía cambiar. Y dejó derramar una lágrima que no sabía si era de impotencia o de rabua.  ¡Qué egoístas eran los Uchiha! ¡Qué incapaz era él! ¡Qué injusta era la vida, que le daba hijos a quienes no los querían y a él se los exigían para poder ser feliz!


—Sasuke— preguntó Naruto esa noche, todavía con un jadear disimulado, mientras tocaba el pecho agitado de su novio.

¡Quiero un bebé!Where stories live. Discover now