Capítulo 16

1.3K 108 16
                                    

Mi horario biológico me despierta a partir de las 9.00 AM, y me hace dormir antes de las 11.00 PM. Así que levantarme antes de esa hora prevista es algo que siempre me costó. 

Pero aquel día, a las cinco de la mañana, cuando aún el sol no ha salido pero se ven algunos matices claros en el cielo, me despierto animada. 

El día anterior después de mi riña con Carlos llegué lista para empacar mis pertenencias. Cepillo de dientes, todo lo necesario para mi aseo personal. Ropa abrigadora, como ropa destapada (no se sabe qué clima hará), también empaco mi vestido de baño. 

Mientras me ducho escucho y canto al unísono 'Supplies' de Justin Timberlake. Agarrando mi jabón con mano dura, fingiendo que es mi micrófono, y que las gotitas por mi cuerpo son sudor de estar una hora entera cantando frente a mi público. 

No hay nada mejor que sentirse niño de nuevo. 

Me abrigo con mi característico suéter azul cielo. Pero cuando veo por mi ventana y visualizo la terrible niebla que hay, me calzo otro suéter encima. Soy un muñeco de nieve andante. 

Grant no tiene la necesidad de subir a mi apartamento, ni de dar alguna señal de que ha llegado a por mí, yo le veo por la ventana, aparcando a Hannah y saliendo del coche. 

Bajo mi única maleta y cierro mi puerta con pestillo, y candado (nunca se sabe qué pueda ocurrir). Cuando abro la puerta del edificio Grant me recibe con una enorme sonrisa, yo corro a abrazarlo. Aunque me cueste admitirlo, sé que en el fondo estoy tan emocionada porque sé que mis tardes y noches de Netflix no serán posibles. Mi rutina me estaba intoxicando. 

Me voy de vacaciones, más específicamente a orar a la tierra fértil. Era esto o quedarme sin vida social y totalmente deficiente en mi estado físico. 

Grant carga mi maleta y la pone en la parte trasera de Hannah. Cuando ambos estamos en el auto, uno al lado del otro, nos escrutamos nuestras ropas. Yo, totalmente abrigada, sin un rastro de piel a la vista más que mi rostro. Y él, con una camisa blanca de manga corta y un jean. 

¿Es posible enserio que dos personas tan diferentes se lleven tan bien? 

Nos reímos sin decir nada, y comenzamos nuestro viaje. 

Un viaje que sin yo saber bien, iba a cambiar mi vida por completo. 

Pasan treinta minutos y aparcamos en un super mercado. Compramos todo lo necesario para el viaje. Pan, jamón, queso. Persuado a Grant de comprar chocolates y golosinas, y aunque se muestra reticente, lo convenzo. 

El viaje sigue. 

Le subo a la radio cuando comienza a sonar 'What U Gonna Do'. Ambos cantamos, vociferando, casi gritando y haciendo movimientos bruscos típicos de todo mal bailarín. El sol ya se comienza a asomar y me veo obligada a quitarme un suéter, y después de una hora el suéter azul. 

Le quito las gafas de sol a Grant y me las pongo sin su permiso. Obviamente no olvidé lo más importante: mi cámara, ¿o la cámara de Grant?

Comienzo a tomar fotos por el camino a cualquier cosa que se atraviese, y como el resto del camino es solo carretera e hierbas mi blanco se convierte en Grant. 

Grant sonriendo, Grant cantando. Grant fingiendo que se saca un moco. Grant diciéndome que soy un fastidio para su persona. En un momento del viaje sé que quedé dormida completamente. Sólo sintiendo el viento azotando mi rostro y moviendo mi cabello desesperadamente, con una melodía de fondo. 

Cuando ya son las once de la mañana aparcamos en una esquina de la carretera y nos sentamos en la hierba, preparándonos algo para comer. Le insto en que él limpie el auto y se cerciore de que todo va bien con él, y yo prepararé nuestros sandwiches. 

ViennaWhere stories live. Discover now