Capítulo 3

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La miraba una y otra vez. La abría pero no era capaz de dar vuelta a la página. Era como si cada una de las hojas se tensara y lo le permitieran ver su contenido al no ser el dueño del cuaderno. Ahora sólo se quedaría con aquel nombre "Lee Taemin". Era corto, le gustaba y hasta le parecía propio de alguien así. Metió el cuaderno dentro de su mochila y salió directo a clases.

Al paso de la tarde y de rumbo a su habitación, se dio cuenta de algo peculiar: frente a la puerta de su habitación había una pequeña planta puntiaguda. Se agachó y se le quedó viendo un buen rato. ¿Qué hacía ahí? La levantó y una vez dentro de su habitación la colocó en su escritorio. Se sentó frente a ella y la analizó a detalle. Parecía una pequeña bolita de color verde la cual tenía espinas por todos lados. La maceta tenía un bonito color y tenía una etiqueta pegada. Minho la tomó y sonrió de lado cuando la leyó.

"Entrégamela por favor, Minho. Es algo personal y lo deseo de vuelta. Te estaré esperando en el jardín a un lado de las gradas a las 4:00pm."

Sonrió. Recordaba su nombre. Tomó una pequeña mochila en la cual puso algunas cosas y la libreta. Se arregló un poco y tras ponerse una chaqueta azul marino salió a lugar que él había propuesto. Vaya, Taemin le intrigaba tanto. Sólo agradecía tener aquella libreta en sus manos ya que era el pase a poder verle y que no fuera sólo una coincidencia.

Cuando llegó al jardín, fue imposible no notarlo. Aquel día usaba un suéter más ligero que aquel enorme saco. Esta vez, el suéter era de un color verde seco y la bufanda espesa era de color negro. Su cabello desalineado estaba bajo un gorro que hacia juego con el suéter. Algunos mechones de su cabello escapaban dándole un aire muy relajado. Como si de un hábito se tratara, traía puestos esos enormes lentes negros. Se aproximó a él y carraspeó un poco la garganta. Taemin giró su cabeza y cuando le miró llevó ambas manos a altura de su pecho y entrelazó sus dedos.

-Tienes algo que es mío.

-Lo sé, es por eso que he venido a dártelo.

-¿Viste el contenido?- Preguntó Taemin mordiendo suavemente su labio.

-No, ya que no es mío.

Pareciera que su sinceridad había llamado su atención. En ese momento Taemin levantó su cabeza y entre abrió sus labios. Minho podría haber jurado que vio una suave sonrisa. Extendió sus manos y le entregó aquella libreta que Taemin abrazó contra su pecho. Minho quería decir algo más pero en aquel momento se pintó una bella sonrisa en sus labios llena de satisfacción por tener la libreta de vuelta.

-¿Es muy importante para ti?

-Bastante, me encanta dibujar.

Dibujar. Ya sabía algo más.

-Bien, me retiro. Que pases buena tarde, Minho.

Estaba por girar sobre sus talones cuando ladeó un poco su cabeza y Minho pudo jurar que a través de aquellos lentes le miraba fijamente.

-Me llamo Lee Taemin. Puedes llamarme simplemente Taemin. Si me has dicho tu nombre, lo menos que debería de hacer es decirte el mío. Además...estoy agradecido de que me entregaras mi libreta, así que...

Pareció dudar. ¿Qué podía querer Taemin de él? Tras pensarlo un par de segundos, que para Minho parecieron lo mismo que dos horas en la clase más aburrida, por fin exclamó:

-¿Sabes dónde está el jardín botánico?

Bien, tal vez a alguien le sorprendería la pregunta pero a Minho no. Asintió con la cabeza y Taemin se dio la vuelta y comenzó a caminar. Minho le siguió caminando a la par. Sus piernas largas no le hacían difícil el ir al paso de Taemin. Una vez dentro de aquel lugar, Taemin caminó hasta el fondo del jardín y tras asegurarse de que Minho le seguía, se sentó frente a un grupo de plantas. Minho se sentó a su lado (No tan cerca ya que sabía que Taemin podía salir corriendo) y se quedó expectante respecto a lo que podría hacer.

Taemin colocó sobre sus piernas la libreta que Minho le había devuelto y la abrió comenzando a hojear hasta llegar a una hoja en blanco. Al pasar las hojas Minho se dio cuenta de que dentro de la libreta estaban varios bocetos de plantas, personas, algunos edificios.

-Dibujar me relaja mucho, por eso siempre que salgo llevo un cuaderno y un lápiz.

Minho asintió y le miró mientras dibujaba aquello que tenía enfrente. Poco a poco el lugar se comenzó a teñir de colores cálidos que indicaban la puesta de sol. Taemin terminó el dibujo y cerró su cuaderno.

-Deberíamos irnos ya que pronto cerrarán aquí. – Le dijo Minho colocándose de pie.

-Yo...es la primera vez que estoy en compañía de alguien tan tarde.

-No te preocupes, ha sido muy agradable verte dibujar y podría venir si problema una vez más. 

-Debo de quitarme los lentes, si no, no podré ver el camino. Odio tener qué hacerlo.- Dijo mordiendo suavemente su labio inferior- .

-¿Por qué no te gusta?- preguntó Minho. 

-¿Hay algo que odies de ti? Hay personas a las cuales no les gustan sus labios, tal vez su nariz. En mi caso, a mí no me gustan mis ojos.

Taemin no sabía por qué de repente aquel chico le inspiraba tal confianza. Tal vez porque había sido tan sincero y honesto le era fácil hablar con él. Bueno, ya había sido un paso enorme invitarle a verle dibujar cuando sus habilidades sociales eran más malas de las habituales. Así que tras un largo suspiro, tomó los lentes, bajó un poco la cabeza y los deslizó hasta que quedaron entre sus dedos.

Cuando Minho miró su rostro sin aquellos enormes lentes, sintió que perdió el aliento; cuando miró sus ojos, recordó aquel cactus que se había quedado sobre el escritorio. 


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¡Siento que tardé siglos! Regresé a la universidad y ya no me había dado tiempo de escribir esta historia. TwT

¿Qué les parece hasta el momento? Una amiga me dijo que era un Taemin muy escurridizo y la verdad es que sí. No va a ser tan fácil que seda a los encantos de Minho XD 

¡Gracias por leer! Espero entre hoy y mañana subir otro cap para compensar la espera ^^

¡Hasta luego!~


Cactus [2min]Where stories live. Discover now