Mis 3 yo

Casi llegamos al sueño

2 cirugías después, después de una recuperación bastante cansada y los odiosos viajes de 7 horas en el camión para regresar a casa, recuerdo perfectamente que en la escuela todos me escribieron una carta (o lo mejor que se puede hacer cuando están cursando tercero de primaria) tengo cada una de las guardada y solo la he abierto dos veces, mientras nos mudábamos hace un par de años.

3 cirugías mas tarde un doctor decidió que poner expansores, para generar cartílago y empezar la reconstrucción sería la idea mas brillante para hacerte parecer una niña normal, con inyecciones cada semana y un agujero en la cabeza, seguro que esto les parecerá un poco extraño y la verdad es que si lo era, mis papás tiraron todas las fotografía y recuerdos familiares de esta época.

En la escuela, mi mamá pedía los maestros que los recreos los pasara en el salón, y los maestros siempre nombraban a un compañero para que se quedara a acompañarme, algunos definitivamente disfrutaban lo pasar el tiempo en las filas de la tiendita otros solo aceptaban.

5 cirugías mas tarde con una niña de casi 13 años, conocí a otro doctor al que le habían otorgado los mejores premios por reconstrucción, hasta había salido en una revista de esas de científicos, y el sugirió que poner ¨botones¨ LITERALMENTE sería la mas brillante idea para hacerme parecer una persona normal (De nuevo)

Puedo decir que este fue el momento en que fui mas consciente de lo que tenía enfrente, mis papas habían gastado muchísimo dinero en mi, mi hermano pasaba semanas enteras con una familia que no éramos mostros y el seguro de gastos médicos estaba a todo tope, lo único que podría pensar es que alguna persona en completa facultad no se preocupa por todo esto y hace que pare está en serios problemas.

Peor era tan débil, temerosa y poco sociable que mi mejor argumento era no decir nada y enojarme, Enojarme con quienes querían ayudarme, salir del consultorio enojada, enojarme todo el camino y comer.