Debes recordar quien eres - Bucky Barnes (Sebastian Stan) y tú - CA3: Civil War

Capítulo 37: "Y ahora que quiero ayudarte, tú me haces a un lado"

Comenzaste a subir las últimas escaleras del edificio poco a poco. La única luz que iluminaba el lugar era de la luna que entraba por el tragaluz destruido. Mientras te sostenías de la pared, sentías los pequeños y miles de orificios que estaban ahí producto de los disparos.

Al llegar al departamento, ya no quedaba nada de este. Todo estaba destruido y recordaste lo sucedido hace ya varios meses atrás.

– No voy a hacerte daño.

– ¿Qué haces aquí?

– ¿Me recuerdas?

– Eres Steve. Luchamos juntos muchas batallas... en el pasado.

– Así es, pero aún no queda un más por batallar... HYDRA.

– Sé que tú no eres responsable del atentado, pero las personas que creen que sí te están buscando y no tardaran en encontrar este lugar como lo hice yo.

– ¿Cómo sabías donde estaba?

– Ayer, se dio la alerta de tu aparición en las calles de la ciudad, así que comencé a trabajar por mi cuenta y llegué aquí... Me alegra haberte encontrado.

– ¡Bomba!

– Bucky, váyanse de aquí. No se detendrán hasta capturarlos

– Cuando te indique correrás, ¿está bien?

– Bucky, pero tú...

– Yo estaré detrás de ti... No permitiré que te hagan daño.

Steve los había visitado aquella mañana y gracias a él lograron escapar, pero cuando todo pareció perfecto te dispararon y los capturaron. Observaste el lugar, muebles, puertas y el pequeño colchón destruido. En este lugar había comenzado una nueva vida para ti.

Recordaste a la vieja _______ que estuvo aquí. Ahora, una nueva ________ pisaba este lugar y no sabías ni siquiera porque estabas ahí. Solo habías escapado de aquellas instalaciones y sin pensarlo bien llegaste hasta aquí. Te arrodillaste y solo cerraste los ojos, pensando en qué es lo que harías. Tú vida anterior había desaparecido, por lo que no sabías a donde ir o qué hacer.

Comenzaste a llorar y permaneciste ahí, de rodillas en el suelo, esperando algún tipo de respuesta a lo que debías hacer.

– ¿_________?

Abriste los ojos de golpe al escuchar la voz que te llamó. La reconocerías en cualquier lugar. Giraste ligeramente y viste a Bucky caminar y arrodillarse delante de ti. Estaban frente a frente. Lo miraste fijamente a los ojos y podías ver dolor en su mirada.

– Sé que revisaste todos los documentos y videos... – bajaste la mirada – Te oculté la verdad y lo lamento, pero no quería verte de este modo – Bucky tomó tu rostro con sus manos – Merecías saber la verdad.

– Es tan difícil Bucky – dijiste entre lágrimas – Cuando estuvimos aquí, creí entenderte, pero no era así... Ahora te entiendo, todo lo que pasaste.

– __________...

– No puedo volver Bucky – tomaste sus manos y las alejaste de tu rostro – Necesito tiempo...

– Lo sé, pero no puedes dejarme una nota e intentar desaparecer de mi vida... – lo escuchaste decir y bajaste la mirada.

– Solo debo alejarme para no lastimar a nadie más.

– ¿Alejarte para no lastimar a nadie? – Bucky tomó tus manos – Si te alejas, si te vas al único que lastimas es a mí – lloraste con más fuerza ante sus palabras. Él tocó tu mentón con su mano y te obligo a mirarlo – Nadie sabe por todo lo que hemos pasado, pero no soy nadie si no te tengo... – lo mirase fijamente y viste que él también estaba llorando – Todo este tiempo estuviste aquí conmigo... Y ahora que quiero ayudarte, tú me haces a un lado.

Respiraste agitadamente sin dejarlo de mirarlo. Sin decir nada solo lo abrazaste y lloraste más fuerte, aferrándote a su espalda. Sentiste que él te presionó más contra su pecho y te desvaneciste ante el dolor que sentías. Bucky tenía razón, en este lugar habías estado con él luchando contra sus recuerdos del pasado, y ahora, cuando eras tú la que luchaba, lo dejabas a un lado. Él quería ayudarte así como tú lo ayudaste.

– Quiero que cierres los ojos, te relajes y no pienses en absolutamente nada – escuchaste decir a Bucky mientras te cargaba y se ponía de pie. No preguntaste, solo te aferraste más a él y cerraste los ojos.

Bucky bajó las escaleras contigo en brazos. Lo hizo despacio y sintiendo como tu respiración poco a poco se normalizaba. Al salir del edificio, dio unos pasos y abrió la puerta de la camioneta que le había dado Steve. Te sentó en el asiento del copiloto y con su casaca te cubrió. Cerró la puerta y dio la vuelta. Se subió a la camioneta, encendió el motor y emprendió la marcha. Mientras avanzaba por las calles de Washington, notó que te habías quedado dormida y eso era bueno, porque sería un largo viaje.

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Capítulos finales... 

Gracia por leer. Nos vemos.

#TeamBucky