Fugáz.

50 6 0
                                    

Empezamos con un par de sonrisas y acabamos con un corazón roto. Sucedió tan rápido que aún puedo recordar tus gritos al sentir la daga clavada en tu pecho.

"Te amaré por siempre", dijiste una vez y me encargué de que fuera cierto. Pues hasta en tus últimos segundos de vida tuviste que amarme. Hasta que tu corazón se rompió cuando la filosa punta fue clavada en él y dejó de latir.

Muerte Sin Título.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora