𝕱𝖆𝕱-𝑱.| ❝one shots de mi marida.❞
Esta historia incluye contenido lesbico, así que si éste no te gusta o no es mucho de tu agrado cuando es en exceso, te recomiendo no leer ésta novela. En cambio, si sí es de tu agrado; toma palomitas y una coca...
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Drabble.
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_____ Anderson, punto de vista.
Al terminar de subir mis auriculares al máximo volumen, me tiré sobre la cama. La canción Black Widow de la famosa artista Iggy Azaela se reprodujo, atrayendo una sonrisa ladina a mi rostro. Esa canción era de mis favoritas, por lo que no me pude evitar cantarla.
—I'm gonna love you until you hate me, and I'm gonna show you what's really crazy.
(—Voy a amarte hasta que me odies, y te mostraré lo que realmente es la locura.)
—You should've know better that to mess with me harder...
(—Deberías de saber que meterse conmigo es difícil.)
—I'm gonna love you, I'm gonna love you, gonna love you, gonna love you like a Black Widow, baby...
(—Voy a amarte, voy a amarte, amarte, amarte como una Viuda Negra, bebé.)
Terminé de cantar en cuanto el silencio inundó los audífonos al haber terminado la canción. Abrí los ojos al lograr distinguir un silbido con un tono bastante coqueto entre el corto lapso de silencio.
Volteé para mirar a la puerta y fue entonces cuando vi a Scarlett, mi prometida. Sólo pude sentir cómo mis mejillas se acaloraban y tomaban color.
—Dios, ¿estuviste ahí todo el tiempo? —pregunté tímida, la observé asentir y sentí un sutil tirón en el estómago, pareciendo ser aquellas tan famosas mariposas.
—Desde el principio, amor. Eres única, realmente soy muy afortunada —dijo y yo me intimidé aún más, ella rió algo coqueta, de mí salió una sonrisa tímida al admirar lo hermosa que se veía.
La rubia caminó a la cama y se recargó en ésta. Alzó su mano y me arrebató el celular en un abrir y cerrar de ojos, después puso el teléfono sobre la mesita de noche.
—¡Oye, devuélvelo! —me quejé e intenté levantarme para tomarlo, pero ella me presionó contra la cama con sus manos sujetando mis muñecas.
No quedamos mirando por unos cuantos segundos y mi corazón se quiso detener ante su mirada fija. Entonces, unió nuestros labios, besándome.
Dios, esta mujer besaba tan bien, era totalmente apasionada y a la vez tan calmada y tranquila, con completas pizcas de cariño en cada toque de sus gruesos y suaves labios. Mis vellos se pusieron de punta y vi las pupilas de Johansson dilatarse cuando nos separamos.
Al separarnos, soltó su agarre en mis muñecas para rodearme entre sus brazos y aferrarse a mí, ella se hundió en mi pecho y entrelazó nuestras piernas mientras la apegaba a mí.
—No quiero que te vayas —le susurré, al sentir que un beso suyo acariciaba mi sien.
—Debo terminar las grabaciones, será poco tiempo, faltan tres semanas para que se acabe el rodaje, podrás vivir sin mí ese tiempo —asentí intentando aliviarme cuando sentí mi respiración hacerse más pausada.
Entonces caí dormida.
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