NUESTRO DESTINO...... SESSHOMARU Y RIN

CONOCIDOS INESPERADOS

Cuando Izayoi vió a su hijo gritó de alegría y lo besó como si se tratara de un pequeño, Inutashio hizo lo mismo y luego recibió a Ava levantándola en brazos. Al ver que había alguien más en el apartamento, Rin se apartó de Sesshoumaru para darle espacio, atajándola por la cintura le preguntó en un susurro adonde iba tan apurada.

"Yo? Aparentemente a ningún lado!"

Tomándola de la mano, la condujo dentro y saludó a los padres de Yumi. Cuando el padre de Yumi vio a Rin, se quedó paralizado haciendo obvia su fascinación con ella; parándose junto a su mejor amigo, Inutashio le preguntó si se sentía bien, Yue no hablaba solo la miraba, a su lado, su esposa los veía extrañada.

"Yue qué tienes? Es la amiga de Yumi, te está saludando, que les pasa a ustedes dos?!"

Yue parpadeó y con una sonrisa tomó la mano de Rin y se la besó. Sesshoumaru miró a su padre, pero solo recibió un guiño. Un poco extrañada, Rin solo sonrió tímidamente.

"Mucho gusto señor!"
"Es un placer! Disculpa que me quede viéndote es que eres idéntica…es increíble! Inutashio me lo dijo pero no le creí"
"Te lo dije!"
"Dígame a quien le recuerdo!"

Yue se echó una risa y le confesó que era idéntica a su hermana menor. Rin sonrió porque sabía por Yumi que su tía había muerto hacia muchos años siendo una adolescente, víctima de un atropello. Fascinado con ella, Yue la escoltó a la sala y se pusieron hablar como viejos amigos. Con los ojos entrecerrados, Sesshoumaru dejó que le quitaran a su novia y fue a servirse un trago, parándose junto a él, Inutashio le preguntó como estaba.

"Bien…si mal no recuerdo tu primera novia fue la hermana de tu mejor amigo!"
"Que buena memoria tienes!"
"Nada te costaba decírmelo!"
"No quería que pensaras mal de mí!"

"Eso es una tontería, en verdad es tan parecida?"
"No tienes idea sobre todo en su sonrisa, tienes suerte!"

Sesshoumaru dejó que una sonrisa se esparciera sobre sus labios y fue a sentarse, sin perder de vista a Rin.

2 semanas después…

Era viernes en la tarde y Rin estaba disfrutando de la piscina sin advertir que tenía público. Inuyasha y Miroku, a quien había conocido el día anterior, estaban viéndola nadar embobados. Trayendo un par de gruesas batas de paño y dos cervezas, Sesshoumaru les preguntó que hacían ahí. Ninguno quitó la vista de la piscina y la respuesta fue algo entre dientes.

"Oigan gusanos qué se creen? Esto no es un show de variedades! Largo!"
"No estamos haciendo nada!"

Sesshoumaru dejó lo que traía en una mesita junto a las sillas y parándose frente a ellos les preguntó si no tenían planes para salir. Sin quitar la mirada le contestaron al unísono que más tarde. Histérico, les advirtió que si no reaccionaban les quitaría esa mirada vacía de un solo golpe; reacios a dejar de verla nadar, ambos muchachos le pidieron que se calmara.

"Tranquilo hermano solo estábamos aquí sin hacer nada malo!"
"Si como no, la van a gastar de tanto verla y ella es mía!"
"Apuesto que tienes sexo salvaje con esa diosa… que envidia!"

La voz de Miroku dejaba entrever una fibra de celos y lujuria pero Sesshoumaru solo se limitó a ignorarlo. Como podría molestarse si ella era lo más maravilloso y sexy que podía ocurrirle a un hombre, además era cierto, era una diosa con quien pasaba noches apasionadas. Miroku no pudo decir nada más porque en ese momento Rin salió de la piscina.

"Mi amor me pasas la bata… hola chicos, hace mucho rato estaban aquí? No los vi!"
"Hola! Llegamos hace un rato!"

Sesshoumaru resopló al ver la expresión de borrego ahorcado de ambos, mientras le ponía la bata, le dio un beso en la nuca, haciéndoles la boca agua a los molestos admiradores. Rin se acomodó para darle un beso que se extendió un minuto eterno y pudo sentir la punta de la lengua haciéndole cosquillas, soltando una risa se volvió para hablar con los muchachos.