d i e c i s i e t e

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Por más que trataba de no darle vuelta a ese pensamiento en su cabeza, fallaba.

«¿Por que te preocupas?» se preguntaba asi mismo, pero por más que buscaba la respuesta no la encontraba.

Temía lo que podia pasarle a la pelirosa, sabía que ella se entregaría y que le importaría en absoluto si él, Naruto o la misma Hokage se lo impedian.
La verdad era que Sakura moriría por proteger a su familia.

«La quieres»
No
«quieres protegerla»
¡No!
«Eres blando si se trata de ellos y lo sabes»

Gruño por el solo hecho de la verdad que contenían sus pensamientos, por más que quiera ocultarlo, ellos eran su más cruel debilidad.
No importa si para los ojos de los demás era un insensible asesino sin debilidades, la verdad era que tenía dos, Sakura y Naruto.

Esas eran sus debilidades secretas.
Aunque muchos no lo crean él es capaz de cruzar el infierno por ellos. Infierno del cual ya estaba metido.

Sasuke ya estaba acostumbrado a las llamadas del infierno.

Ellos no.

•°•°•°•°•

—¿Otra vez? -pregunto algo preocupado Suigetsu al ver el rostro de su compañera.

Karin como respuesta solo asintió, tenía los ojos cerrados tratando de enfocar su atención en esos cuatro chakras que en los últimos días estuvieron rodeando la guarida.

—Ya se fueron -informó soltando un suspiro de alivio, fruncio su ceño - ya es la tercera vez.

—¿Crees que estén buscando a Sasuke?

Karin hizo una mueca, no lo sabía.

—Sea lo que sea, hay que estar atentos -susurro volviendo su atención al libro que anteriormente estaba leyendo- son chakras bastante poderosos.

—¿no crees que es mejor decirle a Sasuke? -pregunto extrañado Jūgo.

Karin iba a hablar pero una voz le interrumpio.

—¿Decirme que? -pregunto el pelinegro entrando a la habitación causando un silencio mortal en el lugar- ¿Van a hablar o tengo que...

—Karin sintió chakras -habló rápidamente Suigetsu sintiendo un leve escalofrío recorrer su espalda bajo la fría mirada del pelinegro.

—mmm... Es verdad -habló la pelirroja bajando la vista- ya es la tercera vez.

—¿Hace cuento comenzaste a...

—Tres días, siempre aparecen por estas horas -susurro- recorren los alrededores y desaparecen. Son bastante poderosos pero... Pueden ser ninjas de alguna aldea ¿No?

Esos definitivamente no son ninjas cualquieras.

Miro por última vez a todos en la habitación y desapareció.
Debía hablar con Sakura.

•°•°•°•

Sakura sabía que el día se estaba acercando y rogaba con todas sus fuerzas al menos poder hablar con Naruto para ese entonces, despedirse de él era lo mejor que podía hacer.
Estaba sin hacer nada en la habitación con la vista fija en el techo.

—¿Si? -pregunto al escuchar dos golpes en la puerta, nadie respondió más alguien entró a la habitación.

Niro extrañada y se sorprendió al ver al pelinegro.

—¿Sasuke? -pregunto mientras se reincorporaba lentamente ayudandose con sus codos.

El pelinegro aún sin soltar palabras se quedó parado en el medio de la habitación, de repente las palabras se fueron.
Observo con cautela como la pelirosa se paraba y caminaba hacia él mirándolo con cautela.
Paso su miraba por el esbelto cuerpo de la pelirosa.

¿Era él o de la nada hacia calor?

—Sasuke-kun -murmuro la pelirosa colocando inconscientemente sus manos en el pecho del pelinegro, parecía perdido.

El entreabrio sus labios para poder decir aunque sea una palabra pero al observar el rostro de la pelirosa, se detuvo.
Se perdió en sus ojos jade, su nariz, sus mejillas sonrojadas y finalmente en sus finos y rosados labios que formulaban palabras que él no alcanzaba a escuchar.
Sin previó aviso con sus dedos acarició la suave piel de su mejilla dejando su mano en ella y por más que su mente le gritaba que se detenga, que estaba cruzando una línea peligrosa, no pudo. Para él, los labios de la pelirosa eran una tentación mortal que deseaba probar y saborear.
Una prohibida tentación que cada día consumía su cuerpo y lo único que lo detenía era el pensamiento de que ella era muy buena para un demonio como él.
Y fue cuando reaccionó, estando solo a escasos centímetros de distancia, soltó un suspiro de frustración y por la vergüenza escondió su rostro en la curvatura de su cuello, algo que tampoco le ayudaba demasiado por que el aroma de la pelirosa comenzaba a nublar sus sentidos.

—Lo siento -susurro bajito pero Sakura alcanzó a oírlo. Ella estaba demasiado shockeada para poder responder algo.

Cuando pudo calmarse Sasuke se alejo de la pelirosa y volvió a su mirada helante y su rostro serio.

—Sakura hay que hablar -murmuro.

Un momento de debilidad.







Perdón, miles de disculpas.
Tarde años en actualizar por que la escuela no me dio respiro 👉💔👈
Pero sobreviví y les traigo un nuevo cap. Que recien terminé de escribir, lo siento si hay errores 😭

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora