Me decían que no debía molestarme por una tontería.Que ella era mi mejor amiga.
Que jamás me haría algo así
Y lo creí.
Hasta hoy lo sigo creyendo.
Llegó la segunda discución.
Esta vez fue un poco más fuerte.
Te molestaste conmigo.
No me hablaste por una semana. Y yo no pensaba hablarte.
Tenía dignidad... o eso creía.
Mi mejor amiga me disculpó por ser ran tonta y dudar de ella.
Jamás tuvo malas intenciones con él.
Pero no lo creí así.