❝Gracias, Jimin.❞ [JIMSU] | Libro #1

06

—Mamá, de verdad, no hace falta que me acompañes hasta la puerta.

—¿Que no hace falta? Estás con muletas, ni siquiera sé por qué te dejo venir aquí. El doctor lo dijo muy claro, tienes que hacer reposo hasta que tu pierna mejore.

—¿Por qué estás tan furiosa?

—Es que no puedo creer lo que hiciste. Caminar tanto solo, con la condición en la que tienes en tu pierna... ¿En qué rayos estabas pensando? Eres grande, Min Yoongi, para cometer semejantes estupideces.

—Oh, Yoongi —Llaman a sus espaldas, el pelinaranja hace una reverencia al ver a su madre—. Lamento interrumpir, mi nombre es Jimin.

—H-Hola —contesta su madre, aún algo sorprendida por su aparición.

—Es un placer conocerla, señora Min.

—Igualmente, Jimin. ¿Eres compañero de Yoongi?

—Sí, estamos juntos en el grupo. Yoongi es un buen chico.

—¿Por qué hablas como si no estuviera aquí?

—¿Usted lo trae al grupo todos los días, señora? 

—Sí, bueno, por su pierna... Es un poco vergonzoso para él, pero no puedo hacer nada más.

—Imagino que ha de ser una molestia dejar de hacer sus cosas por traer a Min... 

—Estoy acomodando mis horarios para poder hacerlo...

—¡No es necesario! Yo tengo auto, si usted quiere y me lo permite, podría traerlo yo. No es molestia para mí —Yoongi sabe que él está siendo amable, pero su sonrisa maléfica en el rostro dice totalmente lo contrario. ¿Qué rayos está pretendiendo?

—Eres tan amable, Jimin, pero no es necesario —contesta el pelinegro con sarcasmo, asustándose ante la sonrisa extensa de su madre.

—¿De verdad harías eso, Jimin?

—¡Claro, Yoongi es muy simpático! No me molestaría tenerlo de acompañante en mis viajes en auto —se ríe—, pero claro, está en usted aceptar. No voy a obligarla, usted no me conoce...

—¿Hace cuánto que tienes registro, Jimin? —le pregunta Yoongi, intentando hundirlo. Quiere lograr cambiar la opinión de su madre, ¿por qué rayos parece tan convencida? ¡Ni siquiera ha visto nunca a Jimin!

—Hace dos años, Min —le sonríe amablemente, pero con sus ojos le obliga a callarse.

—¿En serio? ¡Qué valiente eres, Jimin! A Yoongi le aterra sacar el registro, ¿no crees que ya es lo suficientemente grande?

—En serio, dejen de hablar de mí como si no estuviese...

—¿Entonces no le molesta que comience a traer a Yoongi, señora Min?