Capítulo 10

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Estaba Dylan cargando unas cervezas en su mano, junto con Nicole mirándonos estupefacta, y al lado de ellos se encontraban nada más ni nada menos que Brittany y Steve cargando un par de bolsas. Mierda, esto sí que iba a ponerse bastante incómodo.

—Disculpen... ¿Me perdí de algo? —Nicole rompió el silencio con una pregunta ingeniosa y una dosis de celos en el tono de su voz. Acababa de vernos a los dos a punto de besarnos... y eso no sería nada bueno.

—No, no... tan sólo estaba... —Me animé a hablar antes de que Harry saliera con alguna estupidez suya. La verdad es que no sabía cómo explicar que estaba limpiando el rostro de su novio.

—Estaba...ayudándome a limpiar mi cara. —Y justo cuando creí que Harry mantendría su boca cerrada, decidió por decir algo absurdo. ¿De verdad, Harry, crees que esa respuesta podría hacerla entender que tú no querías besarme?

No pude evitar bajar la cabeza, ya que la situación me daba más vergüenza que nunca.

—¿Y...no crees que puedes hacer eso tú solo? —Preguntó la pelinegra con incredulidad. Tenía sus manos en la cintura, que la hacían ver como una madre enojada cuando encuentra a su hijo haciendo una que otra travesura.

—Nicole, hermosa. —Harry largó un suspiro, y se aproximó a Nicole dejándome atrás. —No me digas que te enfadarás por esta estupidez. —Mi vecino se acerca aún más hacia ella, a tal punto que queda a centímetros de su cuerpo y posa sus fuertes manos en la pequeña cintura de modelo.

Un sentimiento llamado envidia me recorría de pies a cabeza. Sé que mi cuerpo jamás podrá ser igualado al de una modelo, pero verla a ella tan perfecta era un golpe bastante bajo a mi autoestima. Y más cuando Harry, quien pensé que en algún momento se interesó en mí, en realidad sólo estaba jugando conmigo.

—Oigan... no es por nada pero... ya traje las cervezas. —Dylan abrió mi heladera y, sin preguntarme, metió ahí dentro las bebidas. Mierda... esto sí que se pondrá tenso.

Luego de que Harry, Nicole y Dylan se vayan para mi sala de estar, la parejita imperfecta se quedó conmigo en la cocina. Ambos se acercaron a mí, y... pude notar que Brittany se sentía algo avergonzada, al igual que Steve, a quien hoy a la mañana di por muerto.

—Sé que jamás vas a perdonarme, pero...—Brittany duda en decirme o no lo que yo esperaba que me iba a decir, pero finalmente cede. —¡Qué linda te ves hoy!

¿Es en serio? ¿Esta chica me estaba hablando de verdad o tan sólo era una cámara oculta para hacerme una broma? Sé que Brittany no es buena con las palabras... pero al menos esperaba un ''lo siento'' de su parte.

—¿Cómo se enteraron de que había una fiesta? —Pregunté fríamente, sin hacerle caso a sus absurdas palabras.

—Verás... Dylan me tiene agendada y bueno, me invitó. —Respondió la rubia haciendo una sonrisa forzada. —Aunque me pareció extraño... ya que tú jamás harías una fiesta.

Genial, Brittany. La volviste a cagar. ¿Acaso no te bastó toda la mierda que dijiste sobre mí? Ya sé que soy aburrida, todo el mundo me lo dice pero... ¿hacía fala volvérmelo a aclarar? De todos modos, no tenía ganas de pelear y ni de reclamarle nada. Supe que mi mirada fue de tan malos amigos, que hasta noté que murmuró un ''mierda, otra vez''.

—Ah... y por cierto... la puerta estaba entreabierta. —Habló de una maldita vez, el patético de Steve. —Por eso es que entramos.

Steve iba a decirme otra cosa más, cuando de repente el sonido de su celular hace que nos sobresaltemos. Se dirige hacia el living para contestar la llamada, no sin antes disculparse por lo bajo.

El desastre es mi vecino ©Where stories live. Discover now