El nieto de Leyendas

Hokkyokuguma

Desactivo el Magenkyo Sharingan. Sangre salía de sus ojos, mientras caía al suelo presa del dolor causado por la invocación del Susano'O. Su abuelo nunca le menciono, que esa cosa le quitaría fuerza vital y le dejaría en un estado tan lamentable.

Abrió ligeramente los ojos. Ya notaba los efectos de usar esos ojos. Había perdido un poco la nitidez, y ahora no lo veía todo con tanta claridad.

Chasqueo la lengua con cierta molestia. En un día, había enfrentado al equipo de Iwa más poderoso, y se había lanzado en un combate contra el que fue el Nidaime Kemuri Hantā. Eso nunca se lo espero.

Miro al cielo, o más bien a las copas de los árboles, mientras se dejaba acunar por el ligero viento que empezaba a surgir. Necesitaba descansar, recuperar el chakra que había gastado. Había usado los tres Kekkei Genkai a su disposición. Las cadenas de chakra de su sangre Uzumaki; el Sharingan de su sangre Uchiha, que, gracias a ese jutsu de la kunoichi de Iwa, evolucionó al Mangekyo; y el Mokuton, un elemento secundario que solo su abuelo Hashirama pudo usar. En estos momentos, él era el segundo usuario de dicho elemento.

Alzó la mano, y empezó a flexionar los dedos frente a sus ojos azules. Se sentía cansado. Se extrañaba de haber durado tanto en su combate contra el nunekin de la hoja. Pero gracias a todo ello, ahora era más fuerte que cuando entro al bosque. Poseía el Kamui, el Mangekyo Sharingan, Mokuton, las Cadenas de Chakra y recientemente había despertado el Susano'O, aunque solo fueran las costillas. Pero algo era algo.

Cerró lentamente sus ojos, para dejarse vencer por el cansancio.

Subconsciente

Parpadeo varias veces. Oscuridad le rodeaba al completo, mientras miraba de un lado a otro. ¿No se suponía que se había dormido? Sentía la sensación como si flotara sobre la oscuridad que le rodeaba.

Antes si quiera de que pudiera volver a parpadear, una luz lo obligó a taparse los ojos. Cuando pudo adaptarse y bajo el brazo, se encontró con un hombre vestido de blanco, nueve Gudodamas volando sobre el. Tenia el cabello ligeramente gris, y tenía la pose de flor de loto mientras levitaba. Un bastón también le acompañaba.

Abrió los ojos, mostrando el Rinnegan en ellos.

Retrocedió. Uchiha Naruto no le tenía miedo a nada; pero aún así retrocedió por el inmenso poder que energía de esa persona.

¿?:eres un chico de lo más interesante la verdad—dice el hombre, formando una sonrisa amable—. Naciste con el Sharingan de tres tomoes ya activo, lo que te convierte en el joven que más rápido lo obtuvo y maduro. Te felicito por ello.

Naruto trago saliva.

Naruto:gra-gracias—intento decir, sin lograr contener el tartamudeo que le vino a causa de los nervios por estar frente a este hombre.

¿?:eres un ejemplar Uchiha que no ha existido jamás.....tras mi hijo Otsutsuki Uchiha Indra—declaro el hombre, mientras seguía mirando al Genin frente a él—. Me será muy interesante ver de lo que eres capaz, con esos ojos.

Con el equipo 7 y 6

Haruno Sakura, miraba a sus compañeros heridos. Los hermanos Namikaze estaban simplemente desmayados, al menos Menma. Mito había despertado hace poco, con su cuerpo dolorido y con signos de cansancio.

Sai no había recibido mucho daño y por eso se marchó, para buscar algo de alimento y agua. Debían mantenerse en el mejor estado posible para proteger a sus compañeros.

Los gemelos Uchiha, estaban irradiando calor a causa de la fiebre. El nunekin de clase S, Orochimaru la Serpiente Blanca, les había puesto una extraña marca en el cuello y luego se había marchado, al igual que Naruto.