No te ama

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«Si bebiera todo el océano, no me sentiría más llena que al besar tus labios.»

Podrías jurar que cada palabra salida de sus labios era mentira, ella era la manipuladora por excelencia, todo su cuerpo era capaz de manejarte a su antojo, a su vulgar antojo. Caías rendida ante su mirar, ante su tacto, sus gestos; te habías prometido, habías jurado por tus huesos que jamás te volvería a tocar, que jamás dejarías que la imbécil que descansa entre tus piernas pusiera un dedo sobre ti.

Y ahí estás, has vuelto a caer, y la sonrisa en sus labios, esa que identificas claramente como de burla, te muestra que sabe lo que estás pensando. Y te sientes idiota, molesta contigo, usada...

Y te odias.

Ya te castigarás por esto, Clarke, y luego de que te autoflageles sentirás el alivio inundar tus venas, donde notarás cada gota de tu sangre limpia, pura... y ella lo sabrá, ¡claro que lo sabrá!, llegará justo cuando te sientas tranquila, y recomenzará el juego de seducción que justo ahora te tiene esperando por una segunda tanda de caricias falsas, besos falsos y una entrega falsa... de ambas partes.

—Lo sé—, susurras a su oído, ella también identifica el engaño en tus palabras y sonríe mordaz mientras con tus labios, con tu lengua, delineas su lóbulo, bajas con parsimonia a su cuello y con suavidad casi amorosa succionas... pasas tu lengua... soplas... —puedo sentirlo— mueves tu cadera y puedes sentir incrementarse la humedad en ella. Vamos, no te mientas, es lo que quieres; su rápida respuesta ante tu estímulo te hace gemir; quieres que se mueva, quieres que forme un círculo perfecto en tu sexo, que se retuerza lentamente en ti, porque quieres engañarte, porque quieres engañarla; y por eso buscas sus labios ansiosa, y la besas con delicadeza, como queriendo condenar el momento a una eternidad tortuosa, porque quieres que dure, quieres sentirte amada, aunque sea mentira y quieres amar... aunque no lo sepas sentir y... también quieres que el placer inunde cada gota de tu sangre.

No la amas.

Pero con cada gesto, con cada sonrisa y caricia sutil le gritas que sí. Sabe que finges, sabe que juegas, que todo es engaño. No le duele, no te ama.

No te ama.

Pero su forma de tocarte, de tomarte, como si fueras oro líquido entre sus dedos, su nariz acariciando tus párpados mientras con tranquilidad se mueve contra ti y su boca besando tus mejillas, te susurran que te adora. Y sabes que no es verdad y tampoco duele que te mienta.

Lo que te duele es saber que caerás nuevamente en su juego, duele a tu orgullo; duele no ser quien dé el primer paso, no ser quien manipula, quien da el primer jaque...

Sin embargo, eso no te impide meter tus dedos entre su cabello castaño acariciándolo con ternura, ahora que vuelve a descansar en ti. No impide besar su frente y sonreír cuando acaricia con su húmedo cabello tu cuello.

Se aleja de ti con delicadeza y se acuesta a tu lado; la falta de contacto entre sus pieles insta que te dejes de juegos. Recoges tus cosas y te vistes a gran velocidad, aunque Morfeo te esté atacando con fiereza. Sales de la habitación y, sin mirar atrás...

Cierras la puerta.

Aqueronte

(Jugar te destroza)

El sonido que haces al entrar a tu apartamento, da lugar a la ruptura de tus fortalezas. Vamos, sabías que esto sucedería, el arrepentimiento siempre llega, de eso estabas consciente. Te sientes usada, pero eso no es lo que más te molesta; lo que te hiere es recurrir a esto para intentar sentir lo que otros sienten, lo que nunca has sentido... y quizás jamás sientas.

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⏰ Última actualización: May 19, 2019 ⏰

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No te ama (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora