El futuro no está escrito

874 101 42
                                    

Boku no Hero Academia

Capítulo único

El futuro no está escrito

El último año en el curso de preparación de héroes llegaba a su fin. Quedaban exactamente dos semanas para que a cada uno de los jóvenes se le entregara su diploma como héroes certificados. Estaban ansiosos por tenerlo entre sus manos y marchar a proteger el mundo entero, pero aún quedaban esas dos intensas semanas de pruebas y exámenes finales.

Cada uno se planificaba como mejor sabía: unos repartían las horas del día entre práctica y estudio, otros más en práctica que en estudio, algunos estudiaban más que practicaban... En fin, había un poco de todo. Uraraka Ochako se encontraba repasando situaciones complicadas en su libro de texto titulado: ¿Qué es lo mejor que puedes hacer en determinados casos? Su contenido tenía diversos problemas con variadas situaciones en las que debías de explicar qué sería lo mejor.

Por ej; si hay un incendio con personas en el interior del edificio ¿Qué harías? Y debes de decir punto por punto hasta que soluciones la situación. "Complicado y extenso" se decía Ochako tras dar un mordisco a su pan de melón recién comprado de la cafetería.

La joven peli-castaña estaba sentada en el pasillo justo enfrente de la puerta de su clase. El recreo había comenzado un par de minutos atrás y quería dedicarlo al estudio antes de hacer el examen, pero su cabeza estaba en otro lado. Se acomodó mejor en el suelo y soltó un fuerte suspiro mientras cerraba los ojos "¿Por qué estos sentimientos vuelven a resurgir?" pensó, comiendo su merienda en un par de bocados más para esconder su rostro en el interior del libro.

Su corazón latía deprisa y notaba como sus mejillas se calentaban debido a la vergüenza. Tiempo atrás le había dejado claro a su yo enamorada que dejaría dichos sentimientos hasta que terminara sus estudios. El amor que sentía hacia Deku-kun no podía ser un obstáculo en su camino como héroe. Pero ahí estaban de nuevo; golpeando su cabeza como si fueran un martillo.

"Voy a ser un héroe. Podré ayudar a los demás y llevar a mis padres de viaje a Hawái. Podré estar al lado de Deku-kun de igual a igual..." pensaba ella mientras dejaba el libro en su regazo y mantenía su mirada puesta en el techo. En aquellos tres años había entrenado muchísimo para potenciar su quirk, aprender habilidades de defensa y de lucha... Para ser sincera después de la derrota contra Bakugô Katsuki se había dado cuenta que podía aspirar a más; ser más fuerte tanto físicamente como mentalmente. Y esa era su meta; nada de amores, ni de chicos, ni nada de nada.

Pero el curso llegaba a su fin, iban a separarse. Cada uno tomaría un camino y quién sabe si en un futuro se volverían a ver. A lo mejor en alguna batalla contra un villano o quizás de patrulla por las calles, pero todo sería distinto. Abrazó sus piernas y se acurrucó en sí misma en busca de consuelo "¿Hice mal en separar mis sentimientos hacia Deku-kun para que no fueran un impedimento en mi camino de héroe? ¿Está bien que ahora le exprese lo que siento porque tengo miedo de perderle?" Preguntas similares se paseaban por su mente sin ninguna respuesta clara; no sabía qué hacer. Se sentía perdida y necesitaba algún consejo.

Unas fuertes pisadas se escuchaban por el lado derecho del pasillo. Ochako miró la hora en su reloj y se percató que aún quedaba tiempo antes de que el recreo acabase "¿Quién podría ser?" se preguntó, secando rápidamente unas rebeldes lágrimas de sus ojos avellanas. Esperaba que no fuera ningún profesor porque estaba prohibido estar en los pasillos en horario de receso. Según ella parecía un buen lugar para estudiar en completa tranquilidad y se asentó allí.

Para su sorpresa, no era nada menos que Bakugô Katsuki; el chico gruñón. Ese chico que la había ayudado a su manera a ser más fuerte; ese chico que era un misterio para todos e incluso para ella. No entendía demasiado bien por qué tenía ese carácter tan malhumorado y esa boca tan sucia ¿Cómo podía decir tantas palabrotas en una frase?

El futuro no está escritoWhere stories live. Discover now