Capítulo Seis - Navidad

6K 641 144
                                    

6. Navidad.

Quizás Harry no tenía una percepción del tiempo correcta, pues sintió que pasaron unas semanas cuando en realidad pasaron tres meses. Cuando se quiso dar cuenta, las vacaciones de Navidad estaban prácticamente a la vuelta de la esquina y ya comenzaba a inundar ese sentimiento navideño por todo el castillo.

Los alrededores de él estaban ya surcados de nieve y hielo. El lago se había helado, las hojas se habían congelado. Miraras por donde miraras, lo único que se podía vislumbrar era blanco por todos lados. Era un paisaje precioso y digno de ver. Las montañas, a lo lejos, estaban bañadas en blanco, el cielo se mostraba despejado con un azul frío. Por la chimenea de la cabaña de Hagrid salía humo, aquello era un pequeño gesto que lo hacía todo mucho más acogedor.

Harry había estado muy unido a Draco y a la vez menos con Ron y Hermione. Era verdad que ellos también estaban liados y que ambas parejas querían espacio. Pero claro, tampoco iba a permitir que su noviazgo le distanciara mucho de sus amigos, por lo que se solían quedar por las noches los tres reunidos al rededor del fuego de la sala común compartiendo experiencias, riendo, bromeando.

 En esos momentos Harry se encontraba saliendo de su última clase, Herbología, y se dirigía al Gran Comedor para comer. En mitad del camino vio de refilón que una cabellera rubia e encontraba entre el gentío. Sonrió, cogió un poco de nieve del suelo y corrió hacia Draco.

—¡Buenos días! —exclamó Harry, tirándole una bola de nieve por la espalda.

La bola chocó contra su nuca y se deshizo en pedazos. Draco dio un brinco del susto, girándose, y comenzó a hacer extraños movimientos con los brazos. Tiró la mochila a un lado, dando a un grupo de chicas que caminaban por ahí, se desabrochó la túnica y la echó a un lado. Después, hizo más movimientos con los brazos y los hombros hasta que, por fin, paró.

Harry, que había estado observando ese episodio con una pizca de temor, tenía una expresión de lo más sorprendida en el rostro y Draco, al verle así, comenzó a reír.

  —¿Qué coño ha sido eso? —preguntó Harry, aliviado al verle riendo, acercándose a él.

El rubio se coloco de nuevo la túnica y la mochila al hombro, sonriendo, con las mejillas encendidas.

—¿Ha hecho mucho el ridículo? —quiso saber, mordiéndose el labio.

—Yo diría que sí.

— ¡Es que la nieve se me ha metido por la espalda! —se agachó, cogió un montón de nieve con las manos desnudas y se lo estampó al rostro de Harry. Este se echó hacia atrás, la nieve cayó al suelo y las gafas se le empañaron —. ¡Y seguro que te has estado riendo! ¡Eres...  —cogió mas nieve—, un...  —se la tiró, fallando por unos centímetros—, asqueroso!

Harry se llevó las manos a la tripa, riendo a carcajada limpia, mientras notaba una, dos y tres bolas más de nieve estamparse en su espalda, mojando su mochila y su túnica.

  —¡Basta, basta! —exclamó con los ojos bañados en lágrimas, extendiendo las manos hacia Draco en modo de rendición—. He aprendido la lección. Has ganado.

—Te falta una cosa —dijo, con una bola de nieve en la mano, lista para lanzar.

—Hum. ¿Lo siento?

Draco sonrió.

—Sí —Harry correspondió la sonrisa. Sin embargo, sin esperarselo, Draco lanzo la bola de nieve y le dio de lleno en el rostro. Acabó sintiéndolo totalmente entumecido. Mientras se encontraba encorvado, con la cara tapada con el brazo, sintió que Draco se aproximaba y le pasaba un brazo alrededor del cuello—. No te enfades, leoncito. Te lo tenías merecido.

El Trágico Final || Drarry || TERMINADA y EDITADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora