I could be the one

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Entre mis sueños sentí que caía, y en ese instante desperté asustada, mirando el lugar en el que me encontraba para reconocerla como mi habitación.

Busqué el reloj para ver la hora, ya era demasiado tarde, no tenía mucho tiempo para llegar a la escuela, así que inmediatamente entré al baño para cepillarme los dientes, ducharme y vestirme.

Cuando terminé, sólo tuve tiempo para colocar la mochila en mi espalda, mientras que en mi mano sostenía el teléfono, y casi termino enredada con los auriculares pero logré salvarme. Corrí por las escaleras para bajar con demasiada prisa.

-Buenos días-.

-Hija, buenos días...¿vas a desayunar?...-

-No, mamá-.

Ella me miró preocupada mientras yo continuaba avanzando por la cocina.

-Cami, ven aquí-.

-Mamá...-.

-No te preocupes por la hora, tu padre te va a llevar, está afuera esperándote-mientras ella me detenía en el pasillo de la casa para entregarme una tostada con mermelada y un plátano, recordé una vez más la difícil y cruel realidad.

Dua ya no está conmigo.

Mis ánimos bajaron varios kilómetros por el subsuelo. Hoy iba a ser el primer día en el que no la vería ocupar el lugar al lado de mí. Sabía que todo iba a ser diferente.

En el camino hacia la escuela mi padre no habló mucho, y terminó colocando las noticias en la radio mientras esperaba en el tráfico de la ciudad.

Pocos minutos después, mi mirada terminó por enfocarse en los autos, los edificios y las personas que caminaban por las calles.

Esto es tan difícil.

-¿Ocurre algo?-mi padre ya había bajado el volumen de la radio para hablarme.

-Nada-.

-¿Segura?-insistió.

-Sí-.

Sentí su mirada en mí por un momento más y dejó un largo suspiro.

-Los primeros días siempre parecen los más difíciles porque...-mi atención estaba en sus palabras pero mis ojos continuaban enfocados en el frente, tenía miedo de romperme frente a él porque no iba a entender mucho lo que sucedía conmigo-...uhm, digamos que es porque, adaptarse a algo nuevo siempre lleva el doble de esfuerzo-.

-¿Una persona puede adaptarse a la ausencia de alguien que quiere?-.

Y así se produjo un gran silencio entre nosotros, sólo escuchando de nuevo a la locutora de la radio.

Mi padre es una buena persona, es divertido, alegre y sincero...pero en el momento de los consejos, digamos que intenta mejorar todo con su humor, a veces lo logra y otras veces no tanto, aunque hoy parecía que estaba meditando en lo que iba a decirme.

-Hija, la ausencia de una persona puede llenarte con un gran vacío, pero no todo es permanente-.

Ella volverá.

Asentí mientras miraba de nuevo hacia la pantalla de mi teléfono, considerando la idea de llamar a Dua.

-Hija, después de clases deberías ir con tus amigos a algún lugar, necesitas distraerte, divertirte un poco-.

-Eso va a ser más complicado-.

-Inténtalo, no pierdes nada con hacerlo-.

Suspiré y negué antes de mirar a mi papá.

-Prefiero estar en casa-.

-Camila, sé que los pensamientos llegan a nosotros en donde sea que nos encontremos, pero te conozco y sé que estando sola, te encierras en eso que sientes, y quiero que estés mejor-.

Cuando llegué a la escuela, me despedí de mi padre antes de bajar del auto. En la entrada ya me esperaban los chicos.

-Camila, creímos que no ibas a venir-Ashlee me abrazó por los hombros y avanzó a mi lado mientras que Charli se situaba a mi izquierda.

-Yo también creí que no iba a llegar-.

-¿Al fin dormiste?-.

-Sí, un poco-respondí sin energía.

-¿Ya comiste?-.

-Sí-los chicos se parecían a mis padres, y agradecía que se preocuparan por mí. Ellos continuaron junto a mí hasta que cada quien tuvo que ir a sus clases.

Cuando entré al salón, esperé encontrarme con unos ojos cafés intensos mirando en mi dirección, pero eso no sucedió. Así que, solo me senté en el mismo lugar y a mi lado sentí el gran vacío.

Charli ocupó ese lugar junto a mí hasta que el profesor la regresó a su antiguo asiento porque "no dejaba de hablar y distraer a la clase", así que de nuevo me quedé sola, sumergida en mis propios pensamientos.

Buscar a mi lado y no encontrar a nadie, me hacía sentir como si todo hubiese sido un sueño, como si estuviera durmiendo durante los últimos doce meses de mi vida. Y si era así, ya quería despertar.

Al final, el lugar de Dua alguien más lo ocupó. La chica nueva de la clase.

BE THE ONE » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora