Capitulo 3: "Tenemos que irnos"

162 5 3
                                    

Narra Eric:
Escuche el pitido de una alarma improvisada que tenemos. Inmediatamente la apagué, no quiero llamar mucho la atención.
Mire a Alice, ella duerme en la misma cama con Nathaly. Tanto ella como yo le hemos tomado mucho cariño a la niña, principalmente ella. La quiere como si fuera su hija o su hermana o un lazo intermedio entre estos dos conceptos.
No he dormido bien, no me gusta para nada dormir en una habitación llena de personas, no me agrada nadie. A veces me dan ganas de asesinarlos a todos, pero inmediatamente borro esos pensamientos. No son buenos.

- ¿En qué estás pensando?

Es Alice.

-Vamos a escaparnos-. Le respondí. -Necesitamos un ratito para nosotros solo

Ella se levantó de la cama con mucho cuidado sin despertar a Nathaly.

- ¿A dónde?

-Robemos un poco de comida de Erudición. Vayamos a nuestra casa de Osadía, te prepararé algo. Además, quiero saber si aún está un regalo que pensaba darte cuando termináramos con la dictadura de mi madre.

Ella me miró con cara de ternura.

-Hagámoslo

(...)

Narra Alice:

Eric y yo nos dirigimos a buscar el tren. El lleva las dos mochilas cargadas de bebidas y comida. Se siente tan bien escaparse y salirse un poco de la rutina.

-Ahí viene- Me dice. -Saltas tú primero, te lanzo las dos mochilas y después entró yo

Asentí. No tengo ni idea a dónde vamos.

Cuando el tren pasa a toda velocidad a lado mío, empiezo a correr. Ya no me cuesta tanto trabajo como antes. Di un gran salto y llegué a una de las puertas del tren, la abrí y entré. Acto seguido Eric me lanzó las mochilas y entró él. Le di un beso.

- ¿A dónde vamos? -. Le pregunto

-Ya verás

(...)

Narra Alice:

- ¿Lista para saltar? -. Me pregunta Eric

Asomé mi cabeza por la ventana. Es el techo de osadía. ¿Por qué estamos aquí?

-¿Tienes miedo Erudita?

Me reí.

Me alejé de la puerta para tomar vuelo.

-Suerte líder. La necesitaras-. Le guiñé un ojo y salté. Para mí sorpresa, caí parada, así que no me rompí ningún hueso.

Escuchó un par de golpes en seco, son las mochilas. Las levanté, a mi lado Eric llega. Un par de gotas de sudor caen de su frente.

-Te ves guapo-. Le digo

Él sonríe. Amo cuando sonríe, raramente lo hace.

-Ya sé que soy muy deseable, pero contrólate un poco.

Le di un golpecito en el hombro.

-No exageres

-¿Lista para saltar?

- ¿No podemos ir por las escaleras?

-No, así no funciona

-Bien. Vas tú primero

- ¿Por qué? Tienes miedo

-Por supuesto que no. Soy más valiente que tú.

-Ajá

Subí un pie a la pequeña barda y me aventé. Mi corazón late con mucha fuerza. Reboto en la red un par de veces.

- ¡Lanza las mochilas! -. Le gritó y rápidamente me bajó de la red. No quiero salir golpeada. Un par de segundos las mochilas caen a la red y un par de minutos más Eric cae en la red.

Get HomeWhere stories live. Discover now