Capítulo 6

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Lo sé, lo sé. Me prometí a mí mismo que no seguiría dándole vueltas a aquel suceso. Pero me sigue picando la curiosidad.

-Ehm... me gustaría saber ¿de qué estaba hablando con Hase el otro día?

¡Ahg! ¡Qué mal! Esa mirada no me gusta para nada, me da escalofríos.

-¿Por qué me preguntas eso?

-¡N-No! ¡Bueno...! Yo... de alguna forma me intrigaba. Luego de aquello, Hase empezó a comportarse extraño y me preguntaba si tenía relación con lo que hablasteis- de los nervios, agarré con fuerza la última caja del pilar de cosas que tenía.

La atmósfera ha cambiado mucho. No sé si era buena idea haber preguntado. ¡No! ¡No! ¡No! No puedo echarme atrás. Soy yo el que quiere saberlo y tengo la oportunidad. Sí, sí, seguiré hasta el final.

Chiaki suspiró.- No tuvimos mucho tiempo de hablar en profundidad de lo que queríamos. Tan solo comentamos una cosa sobre tí.

-¿Sobre mí?- lo miré extrañado- ¿De qué cosa en concreto?

-Ah, ya hemos llegado- abrió la puerta del salón y entregó lo que tenía en mano a un estudiante.- Nos vemos Yushi-kun- me dio una palmada en el sitio de siempre y se dispersó entre los pasillos.

-¡E-Espere!- le di las cosas que cargaba a otro que se me acercó y fui tras Chiaki. Pero, una vez girada la esquina del pasillo no lo volví a ver.

Ahora si que no puedo dejarlo estar, y más si tiene relación conmigo. Exactamente ¿de qué habrán hablado mientras estaban a solas?

Después de eso tan solo me limite a irme de vuelta al aula. Terminé varios preparativos y tareas que me encargaron lo más rápido que pude, la gran mayoría son estupideces para tirar o recoger cosas que se encargan a la sala de profesores. Ni siquiera me ha dejado ver de que va nuestro proyecto, veo gran cantidad serpentinas y piden muchos botes de pinturas.

-Bueno, ahora toca desconectar del colegio- suspiré agotado. Me han tenido de su perrito de los recados durante todo el maldito día. Luego dicen que el prefesor no te tiene manía, que son imaginaciones tuyas. Un cuerno, en este caso, Aoki-sensei lo ha hecho aposta y con mucho descaro.

Solté un gran suspiro.

Cuando llegué a la posada, saludé con los que me encontré, no tengo mucha hambre ni tampoco fuerzas para entablar una conversación con alguien, tan solo me metí directamente a la cama, y en cuanto cerré los ojos, me sumergí en un profundo y largo sueño.

-¡Chu chiun ga chun!

-Despierta ¡chiun!

-Llegarás tarde ¡chiun!

Las voces de esos pájaros son molestas...

-Cinco minutos más...- susurré intentando desperezarme aunque es imposible, tengo el colchón del futón pegado.

Me aferro a lo que pensaba que eran las sábanas que había apartado mientras dormía. Pero, al notar que estas me cubrían y que es imposible que te pueden devolver los abrazos, abrí los ojos sorprendido.

-...Ah... ¿¡H-Hase?!- me aparto un poco de su abrazo de oso para ver mejor- ¿Q-Qué...? ¿C-Cómo...?

-Buenos días Inaba- dijo seguido de un bostezo y una sonrisa- Ví que estabas muy cansado y no quise despertarte. Te recuerdo que yo también duermo aquí.

-¿Y-Y Kuri...?

-Akine-san le contó un cuento y quedó rendido, pasó la noche en su habitación- volvió a bostezar y por fín abrió los ojos.- Bien mama, ahora que no están los niños podemos hacer cosas de adultos.

-H-Hase... ¿q-qué estupideces estás diciendo?- desvié la mirada avergonzado. Por supuesto que lo había cogido por el doble sentido, no soy lento.

Tal vez no pueda verle el rostro, pero ni falta que hace. Perfectamente puedo decir que su mirada estaba centrada tan solo en mí. Sus ojos eran intimidantes y se centraban en intentar cruzarse con los míos.

-H-Hase... ¿dónde estás tocando?

-Esta bien, ese profesor siempre te toca aquí ¿no?

-Él no lo hace tan abajo además ¿por qué metes a Chiaki de repente?- lo miré confundido. Su abrazo se intensificó más hasta estrujarme contra su pecho.

Hubo un silencio entre los dos que me pareció que duraba una eternidad hasta que me atreví a preguntar. -Hase ¿de qué hablaste con Chiaki cuando os quedasteis a solas?

Se quedó unos momentos en silencio. Cuando por fin se decidió a abrir la boca, las palabras que iba a decir fueron reemplazados por los gritos de Akine-chan con Kuri en su brazos, preguntando si ya me había despertado y que llegaré tarde a la escuela si no me preparo en seguida.

Que inoportuno.

Indeciso hasta la médula/ Yaoi/ Youkai ApartamentOù les histoires vivent. Découvrez maintenant