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—Jihoon —Respondió sintiéndose estúpido porque era obvio que ya sabía su nombre

—Tu nombre se parece al de Ji por eso se me es fácil de recordar

Jihoon logró ponerse tan rojo como un tomate, el chico le había dicho de forma directa que recordaba su nombre

—El nombre de tu hija es muy bonito —Sólo pudo decir eso mientras que SeungCheol asentía feliz

Al cabo de unos minutos el turno de Jihoon acabó y mientras se iba divisó que aun estaba el chico con su hija en el puesto de pinturas, se armó de valor y se acercó para agradecer por la comida

—Disculpa, SeungCheol —Titubeó un poco —Gracias por la comida, el pelinegro sonrió mostrando sus hoyuelos

—Que bueno que ya saliste de tu turno porque queríamos invitarte a tomar un café

—Es suficiente molestia con lo de hoy —Se excusó Jihoon

—Por favor acepta puedo ser aun más cargante

Se dirigieron fuera del centro comercial a una cafetería no muy visible pero que por dentro estaba muy bien ambientada y con un agradable olor

—Nos gusta venir aquí aunque cuando regresamos al baño tu ya no estás —El pelinegro comentó en susurro poniendo muy nervioso a Jihoon

—Jihoon puedes pedir lo que quieras hoy pagamos nosotros —La pequeña era la más animada por la compañía del bajito

Hablaron de cosas muy vagas pues había una niña presente, sus gustos, opiniones de la vida, trabajo. Jihoon supo que SeungCheol era Barista en un Pub y que estudiaba para ser Relacionador Público, también que tenía una sonrisa genuina y otra que usaba cuando se sentía nervioso, quizás le estaba llamando más la atención y era la razón de prestarle atención a cosas tan desapercibidas para cualquiera

—¿Dónde queda tu casa? —Preguntó SeungCheol saliendo del local

—Cerca del parque Finsher

—Que suerte es cerca de la casa de Ji —El pelinegro habló con entusiasmo —¿Quieres acompañarnos? prometo después dejarte libre —SeungCheol hizo un puchero lo cual hizo que Jihoon le fuera imposible negarse

Caminaron por la fría calle, Jihoon llegaba su larga bufanda protegiéndolo del frío mientras el mayor y la pequeña se cubrían con gorros y chaquetas.
Una vez llegaron SeungCheol hizo una llamada rápida para luego esperar, al rato llegó una mujer de largas pestañas abrazando a la niña regalándole una sonrisa

—Gracias Cheol por tenerla hoy también —Le agradeció la mujer para luego pasar su vista por el castaño —Ji despidete para que Cheol pueda tener su espacio

—Mamá se llama Jihoon es el chico del baño —Gritó la pequeña haciendo que el pelinegro le tapara la boca

—Ahora entiendo el por qué de sus constantes visitas al centro comercial —Rió la mujer con picardía —Adiós Cheol, adiós Jihoon

Jihoon hizo una reverencia y observó al mayor despidiéndose de la pequeña

—Adiós tío Cheol la próxima semana también quiero ir al centro comercial

SeungCheol la abrazó dedicándole unas palabras y Jihoon, Jihoon estaba sorprendido a más no poder, creyó que era su hija pero resultó ser su sobrina algo en su interior se removió y su corazón comenzó a latir esperanzado

—Ahora ¿Dónde queda tu casa? —Había vuelto la sonrisa que esperaba todas las semanas

—A dos calles de aquí

Caminaron un tanto en silencio excepto porque SeungCheol iba haciendo silbidos melodiosos que captaron la atención de Jihoon

—Conozco esa canción —Habló por fin Jihoon

—Es una canción perfecta para el invierno —Sonrió mirando el cielo

—Hemos llegado —El castaño se detuvo y sus mejillas se sonrojaron cuando el mayor se paró frente a él como esperando algo —Creí que era tu hija

—Ji es la hija de mi hermana, yo sólo la cuido cuando ella tiene turnos nocturnos en el hospital los fines de semana —Respondió haciendo notar su alegría al hablar de la pequeña —No me gusta que pase solo en el departamento tiene que distraerse afuera —El silencio se apoderó se la situación tanto como Jihoon como SeungCheol estaban atentos de quién hablaría primero —Pero ir a saludarte a ti se volvió una distracción muy agradable

Jihoon se quedó inmóvil tras las palabras tan directas pero dada la situación no quiso quedarse atrás y decidió dar el siguiente
paso

—Podemos saludarnos fuera de la caseta si quieres así podría pagarte por todo de hoy

—Si quiero —Respondió el mayor muy rápido, con lentitud se acercó al bajito y lo miró a sus pequeños ojos

Tomó su mentón y lo levantó para encontrase con sus labios, Jihoon pasó sus manos por la espalda del mayor encajando perfectamente, se unieron en un beso lento y dulce, después de todo ambos querían probar

Jihoon realmente estaba disfrutando del beso pero sintió la incómoda molesta picadura de su bufanda y a pesar de hacer mucho frío se la quitó

—Quizás es mejor el calor humano —Le dijo Seungcheol entremedio de un beso que de a poco se iba profundizando más

—Puede que sea la solución

Se quedaron así por un tiempo hasta que vieron que ya era tiempo de regresar a sus casas

—Si quieres que nos veamos un día nosotros solos debes decirme el año de la canción que estaba silbando —Decía SeungCheol cada vez más fuerte mientras se iba alejando

Para Jihoon era una pregunta muy fácil y no pudo evitar reírse de lo infantil que había sonado, al fin y al cabo también quería volver a verlo y disfrutar de una buena charla junto con aquella sonrisa con hoyuelos y esas largas pestañas

—¡Enero de 1972! —Respondió con un grito, Seungcheol escuchó feliz la respuesta que quería y apuntó su bolsillo para luego darse media vuelta y seguir su camino

Jihoon encontró un pequeño trozo de papel de boleta que él mismo le había dado en la caseta esa tarde con un número de teléfono en él

Desde aquel día en que se encontró con SeungCheol y su dilema de a qué baño entrar sus días fueron mas divertidos para su gusto

Baños públicos (JICHEOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora