Bullying |Terminada|

Capítulo 6

Nunca nadie sabrá lo que es ser yo y mi peor enemigo son mis pensamientos.

Sé que debo defenderme.

Lo sé, jodidamente lo sé.

Pero no puedo.

Ellos son más en cantidad.

Más fuertes que yo.

Empiezo a temblar cuando noto que Tomás intenta tocar mi brazo.

Me alejo y lloro.

-Por favor-se que es inútil esa palabra, se que no me salvará decir eso.

Siento la última patada en mis costillas, intento alejarme, pero no puedo.

Mi cuerpo duele horrores.

Gimo cuando noto que alguien está frente de mi.

-Defiendete, llorona-dice y se marcha.

Mis ojos se sienten pesados.

Ésta vez se pasaron.

Estoy rodeada en un charco de sangre.

Simplemente no me quedan fuerzas hoy como para ponerme de pie.

Horas después...

Despierto y siento como mi cuerpo pide a gritos ayuda.

Suspiro pesadamente e intento pararme.

Cuando lo logro tomo mi mochila y salgo del Instituto.

No tengo ni ganas ni ánimos de volver ahí.

Ya no.

Camino a paso lento.

Cruzo un semáforo y noto un auto.

-Sube-dicta.

Niego con mi cabeza de manera lenta, ya que ésta me da dolores horribles.

-No seas testaruda y sube-obliga.

Con pocas fuerzas tomo mi celular de mi mochila y le envió un mensaje.

Niña llorona:

Deja que la "niña llorona" se defienda.

Envío y sigo a paso lento.

Siento que los extremidades piden a gritos una atención médica.

Siento como alguien camina tras de mi.

-Para-me toma del brazo e intenta girarme, pero lo que consigue es arrojarme al suelo.

-¡Ahh!-grito de dolor al caer al duro asfalto.

-Lo siento, lo siento, lo siento-se disculpa varias veces e intenta tocarme y rompo a llorar.

-No llores, por favor-pide y sollozo aún con más fuerza haiendo que mi cuerpo se sacuda.

Llevo mis manos a mi cara y me entierro a llorar ahí.

《Deja de llorar, es mentira eso de que las mujeres se ven hermosas llorando, tu no te ves así, te ves horrible y patética》

Intenta tocarme y empiezo a temblar.

Me toma de los brazos y me sube, mi respiración se corta.

De manera rápida me suelta cuando me tiene parada.

Cierro mis ojos y me dejo caer en su hombro.

Empiezo a temblar, tengo frío.

Mi cara duele.

Mis labios arden.

El me sostiene y tiemblo, segundos después dejo de hacerlo.

Su cuerpo me transmite calor.

-Por favor-ruego.

El me ayuda a subir a su auto y me abrocha el cinturón.

El conduce y entonces minutos después nos encontramos en su casa o bueno, departamento.

Me abre la puerta y bajo con mucho cuidado, el me mira observando que no me vaya a caer.

Toma mi mochila y subimos al ascensor.

A llegar a su puerta el me sonríe un poco.

En su lugar en mi rostro toma puesto una mueca de tristeza.

Entro y me guía a su habitación.

Me siento en su cama y él me mira con pena.

-No me mires así...-susurro y él me mira confundido-con pena, no me tengas lástima-susurro.

-¿Te quieres duchar?-pregunta y asiento, no me importa bañarme en una casa agena, simplemente quiero quitar la suciedad de mi cuerpo.

-Ven-me dice y lo sigo a su baño-te prestare ropa-avisa y asiento.

Él sale y yo me dedico a sacarme mi suéter.

-Traje las...-su voz dé distorsiona al observar mis brazos.

-¡¿Por qué lo haces?! ¡¿Te quieres morir?!-grita y me sobresalto por su arrebato-¡Muchos niños y personas con cáncer queriendo vivir y tú te das el gusto dé dañarte! ¡Eres una estúpida! ¡Valora tu vida!-grita y lágrimas amenazan por bajar de mis ojos.

-¡Tu no lo entiendes!-grito a todo pulmón y me mira sorprendido-¡Tu no sabes nada de mi!-bramo y suelto las lágrimas.

-¡Sólo te tienes que dedicar a estudiar y ser alguien en la vida!-grita dé regreso.

-¡Ponte en mi lugar! ¡Ven tú  a aguantar abusos y golpes desde los cinco años! ¡Hazlo y dime si lo único que importa es estudiar! ¡Hazlo y dime si no pensarás en morirte en unos días! ¡No hay diferencia en que me suicide yo a que ellos me maten! ¡Algún día lo harán!-sollozo y retrocedo cuando veo sus intenciones de acercarse-¡No te acerques!-grito con miedo.