You, Idiot. »KingBooigi Chats.

26 |N|

¿Qué debía hacer? Se encontraba en un conflicto con sigo mismo.
Una parte de este decía que tenía que hablar las cosas con el ente, solucionar sus problemas y pedir perdón. Mientras, la otra, decía que sería una perdida de tiempo, que ya le había quedado claro anteriormente que el otro al parecer ya lo había olvidado y no quería saber nada de él al respecto.

Pero, sabía que si lo tenía guardado más tiempo, ese sentimiento iba crecer más y más hasta que explotara en un momento inoportuno. Y no quería eso.

Se recostó en su cama y se cubrió el rostro con sus manos. Se quedó un buen rato ahí, pensando muy bien lo que debía hacer.
Al cabo de unos minutos, quito sus manos y fijo su vista al techo. Como buscando una respuesta.

Y de repente, abrió sus ojos, ¡esa respuesta había llegado a él!
Se levantó y busco entre su closet un maletín, la saco y justamente estaba con sus accesorios, los suficientes para una buena disculpa.

Puso el maletín en su espalda, se puso un moño verde y salía de casa a dirección a aquella mansión.

Iba por el bosque frondoso, sabía que no estaría lejos de llegar, pues el clima de soleado a nublado se podía distinguir demasiado bien cuando se estaba a las a fueras del reino entrando a territorio peligroso.
Antes de seguir avanzando, puso su maletín en el suelo para sacar algo de ahí, inflarlo y después de eso ponerle una cuerda, un bello globo blanco.
Para hacerlo más cutre, saco un marcador y dibujo unos ojos junto a una sonrisa, después de eso, una pequeña corona. Era como si el mismo rey de los Boo's estuviera ahí. No pudo evitar reír.

Volvió a tomar el maletín en sus hombros y adentrarse más. Estaba tan concentrado que ni siquiera pudo notar que algo lo estaba vigilando.

Seguía su camino con normalidad, eso hasta que la niebla empezaba a hacerse más densa, se le era complicado ver y le estaba atemorizando.
Para hacerlo peor, sonidos extraños y pasos se empezaban a escuchar muy cerca del de gorra verde.
Luigi empezó a voltear a su alrededor, maldecía por dentro a su parte que le había dicho que seria buena idea.

—¡Boo!

—¡Ahh!

El de bigote cayo al suelo asustado mientras veía detenidamente a quién estaba en frente de él.

—¡T-tú! ¡Dimentio!

—¡Vaya! Me recuerdas, ¿cuánto ha pasado sin vernos?

—Pero, se supone que tú...

—Volvería por mi venganza. Pero bah, creo que estás ocupado.

—Lo único que quiero ahora es que no te entrometas —Dicho esto, se levanto esquivando al payaso.

—Él no se encuentra —Luigi se detuvo —si lo que querías era hablar con él es un mal día para hacerlo.

—Ja, cómo si pudiera creerte.

—¿En serio no me crees? —Alzo una ceja.

Luigi aún trataba de ignorarlo, pero sintió sus pies ya no tocar tierra, en ese mismo momento, Dimentio lo había llevado a los do a un lugar donde ahí se encontraba el rey Boo hablando con una chica de cabellera negra con dos coletas y vestido rojo.
El de gorra lo miro confundido.

—Creo que realmente has llegado tarde.

—No sé de qué me hablas.

—Luigi, seamos sinceros. Tuviste la oportunidad de oro para decirle, ¿pero qué hiciste? Lo echaste a perder. Ya no quiere estar contigo, te olvido.

—Eso no es cierto, ¡Boo! ¡King Boo!

—No puede escucharte, ni siquiera puede vernos.

—¡Dejame hablar con él!

—No estamos exactamente donde se encuentra él, seguimos en el bosque, es solo una visión sabes.

—¡S-solo quiero disculparme!

—¿Y crees que lo aceptará después de todo lo que le hiciste? Ilusionarlo, jugar con él, ¡mantenerlo prisionero en tu casa, dios! Eres peor que yo.

No pudo más y estallo en lágrimas, era cierto y se sentía mal por eso.

—Chico, recomendaría que des media vuelta y te largues. Creo que has tenido suficiente por hoy.

Dicho esto, el bufón poncho el globo para después desaparecer. Luigi mantenía su mirada fija al fantasma, este lo había volteado a ver. Pero sabia que no estaba ahí exactamente.
Así que hizo caso omiso a lo que su antiguo rival dijo; se dio media vuelta y empezó a caminar de vuelta a casa.