Que inicie la función

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Uno dos y tres las manecillas del reloj se juntan otra vez cuatro, cinco, y seis ¿Ya lo vez? Es hora de la función bienvenido a la diversión no temas a la emoción que te puede causar el actuar del dulce bufón, ¿Cómo nació? Aquel estelar que con su actuar vino a enamorar.

Él tiempo paso aquel niño nació ha un roto hogar, por su nacer su madre murio Entre el llanto el padre el niño a la basura tiro, gran dolor era de esperarse la muerte del recién nacido quien comenzó a retorcer de frio, pero entre la malicia de aquel hombre no dejo nombre para aquel infante él cual fue a abandonar en una cesta de basura al parecer pero no vio bien que se trataba de un comedero de animales los cuales pertenecían al circo aquel que tenía de nombre "Bargue", del que se especula estaba saliendo de su gira por las capitales de Austria llegando hasta Roma para dar su última función de su gira, quien diría que un tétrico payaso lo vio, al niño en sus brazos acogió, y sin más, al menor se llevó.

—Admiren esta maravilla que nos ha dado Roma.

Exclamo con alegría el payaso de nombre Octavio. 

— un nuevo miembro se nos ha de unir.

Al menor lo toman en brazos sin saber su nombre o que talento o de que se encargaría, pero saben que bien le harían al pequeño puesto que ahora su dueño era Bonifacio él tan afable dueño del circo pero aquel bebé fue alimentado con leche de las cabras del circo, sin saber que nombre ponerle a tan agraciado niño.

—¿Qué haces levantando cosas nuevamente Octavio? 

Cuestiono Bonifácio al verle con el menor en brazos.

—Le he encontrado en los comederos de animales, al parecer sus padres lo han abandonado.

Alzando la sabana que cubría su rostro acaricia sus mejillas.

—No podemos quedárnos con él, es mejor que devuelvas eso a dónde le has levantado.

—¿En el comedero de animales?

—De ser así .

Es irrumpido.

—Al pequeño yo lo encontré, me haré cargo de él tanto como de su estadía así como de su actuar, tu también lo amarás sólo es cuestión de que esperes un poco más.

—No digas cosas absurdas Octavio...

—Dame la oportunidad.

Dice serio con un semblante algo frívolo, pero más que nada suplicante.

—Bien.

No se pudo negar ante la petición de Octavio que en forma alegre sonrió por la oportunidad que se le dio, ahora el niño debió de criar desde enseñarle a caminar hasta tomar sus deberes en el circo alimentando a los animales del lugar, ya al tener los 5 años de edad se podía apreciar sus hermosos ojos de color, el ojo de color izquierdo era gris con azul y las orillas negras, con él derecho un negro profundo a totalidad, a excepción del globo ocular y la orilla de la iris que al parecer eran grises, sus cabellos se habían tornado un hermoso rubio, el cual se comenzaba a teñir de rojo, haciendo un efecto como de que su cabellera era anaranjada, aún así no sabían que nombre ponerle al menor, quedando como anónimo por el momento.

—¿Qué nombre le pondremos al niño? 

Cuestionó Octavio a Bonifacio, puesto que él menor pese a ser obediente no sabía cómo se llamaba y eso le llegaba a confundirse en repetidas ocasiones.

—Aún no sabemos cuál nombre es el adecuado para él ya qué que es bastante curioso, sobre todo su cabellera anaranjada.

Mirando a este pequeño las cabras pasaban a su lado, por lo que él Octavio exclamó.

Los Sueños Del BufónWhere stories live. Discover now