🍭🍭

6.2K 797 1.6K
                                    

El gran día que tanto había estando esperado Jimin ha llegado, despierta con una gran sonrisa en su rostro, saliendo de la cama mientras baila alrededor de su habitación, buscando exhaustivamente lo que se pondría hoy. No podía vestir como suele hacerlo todos los días, no, él debe resaltar hoy.

Porque es su cumpleaños y muchos niños vendrán a jugar con el.

Luego que tiene la ropa arreglada sobre su cama sale de la habitación, dando pequeños brinquitos de alegría al bajar una a una las escaleras que lo llevaran a la primera planta, donde su madre se encuentra cocinando una enorme cantidad de postres para compartir con sus invitados.

—Buenos días —canturrea feliz, paseándose por el salón y la cocina. Observando con sus pequeños y afilados ojos el trabajo arduo que están teniendo su mamá y hermano.

—Buenos días, cariño —responde su madre, regalándole una gran sonrisa —, feliz cumpleaños, bebé. Ya eres todo un niño grande —lo felicita, abrazándolo por los hombros para evitar manchar su pijama con mezcla de pastel.

Jimin sonríe ampliamente, haciendo que sus ojitos se escondan bajo sus párpados, formando dos medía lunas.

—Feliz cumpleaños, Jiminnie boo —grita su hermano, el cual se encuentra detrás de él, inflando globos y haciendo decoraciones en papel para adornar el patio donde se llevaría acabo la fiesta de Jimin.

—Gracias, Jihyunie~.

—¿Tú papá ya te llamó? —pregunta su madre, totalmente concentrada en la mezcla dulce.

Jimin niega con su cabecita, formando un puchero con sus labios.

—La abuela lo hizo anoche, a las doce —responde, jugando con sus manitos, intentando no llorar o sentirse triste porque su padre ha olvidado, como siempre, su cumpleaños. —, de todas formas, ya me acostumbre —susurra, respirando un poco pesado.

Su madre lo mira triste. Su pecho doliéndole por saber que su Jimin, su precioso hijo, está sufriendo debido al egoísta de su padre.

Suspira, vertiendo la mezcla en un molde con forma de Batman, a Jimin le encanta el superhéroe y quizo que su fiesta estuviera inspirada en el personaje.

—No te preocupes, cariño. Hoy no es el día para que estés triste por personas como tú padre —sonríe lo más que puede, limpiando sus manos en el delantal atado a su cintura, caminando hasta donde Jimin se encuentra sentado para abrazarlo —, ya eres todo un hombrecito de catorce años, tus amigos llegarán en cualquier momento del día, así que quiero verte sonreír tan grande como puedas, incluso si tus mejillas duelen. Intenta disfrutar este día, Jihyunie y yo estaremos aquí por si necesitas algo —asegura, besando la coronilla de su cabeza.

Jimin sonríe, sintiendo las lágrimas picar en sus ojos pero esta vez no de tristeza, sino de felicidad al saber que su madre y hermano siempre estarán con el, hasta en los peores momentos.

—Gracias, omma —la abraza, escondiéndose en su cuello como un niño pequeño —, estaré en mi habitación, si necesitan mi ayuda avísenme —avisa, levantándose del taburete con dirección a su cómoda habitación.

Al entrar a esta suelta un suspiro cansado. Él había despertado con mucha felicidad e ilusión, pensando en el grandioso día que tenía por delante, era su cumpleaños, la fecha que siempre espera con ansias; le encanta recibir regalos y sentirse mimando por un día completo. Pero este día era diferente a los anteriores: Jimin solía pasarlos nada más que en compañía de su mamá y hermano, no porque fuera asocial o algo por el estilo, simplemente sus amiguitos del colegio eran niños con mucho más dinero que el, sus fiestas siempre eran celebradas en los mejores centros de recreación en Busan, por lo que les parecía totalmente aburrido y sin sentido asistir a una reunión en el patio de una casa, sin juegos inflables, payasos ni ningún tipo de recreación más que ellos, el césped y algunos dulces. El pequeño había intentando un par de veces en eso de invitar a sus amigos a casa para celebrar su día festivo y casi siempre —por no decir siempre—, terminaba solo en medio del patio, esperando con ansias que alguien llegase, aunque sea un niño, pero nadie aparecía, haciendo que el corazón de Jimin se apretujase fuertemente contra su pecho, sintiéndose vacío y completamente solitario.

Pizza boy • YoonminWhere stories live. Discover now