EL INTRUSO

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Cerca de las cuatro de la tarde, la llave de la puerta delantera de la tienda había sonado al golpear contra el metal de la cerradura. El silencio del serio lugar había sido reemplazado con las risas del par de niños. Una carrera tonta había encontrado ganador cuando el mas joven de los dos había llegado primero al sillón que decoraba la parte trasera de la tienda.

La figura alta del dueño permaneció adelante acomodándose detrás del mostrador mientras escuchaba a los pequeños alejarse, era todo parte de la misma rutina de todos los días. Un hombre de buen porte, esbelto pero musculoso cuyo rostro exhibia arrugas propias de una vida de trabajo parejo y no siempre legal. Un semblante serio adornado por el par de ojos azules como el mar de un dia soleado. Era un sujeto atractivo de vista pero temido por la gente del vecindario por su explosivo carácter.
Froto su barba castaña mientras decidia entre las canciones de su laptop, en su mayoría era jazz que le ayudaba a mantener la calma y ambiente de la tienda, y decidio por una de ellas. Habia aprendido a encontrar el gusto en las pequeñas cosas como el inicio de su pieza favorita.

Pintaba como una tarde normal, como la de ayer o anteayer. Su vida había perdido gran parte de la emoción hacia mucho tiempo y ahora el placer mas grande venia de las ocurrencias de ese par de pequeños de los que había terminado haciendo de cuidador oficial. Suspiro y se perdió en la trastienda por unos instantes para preparar el café.

- No pierdan mucho tiempo antes de hacer las tareas – les advirtió a los niños al regresar con una taza de café en la mano, su favorita: pequeña, clásica, con algunas líneas doradas que simulaban en patrón de enredaderas. Los niños al unisono respondieron desde donde se encontraban pues sabían bien que luego de un rato de juegos era momento para hacer los deberes, de esa manera el hombre podía revisarlos antes de que su madre los recogiera para llevarlos a casa finalmente.

Las manecillas del reloj avanzaron con modorra propia, como lentas y cansadas mientras el sol bajaba en el exterior, las luces de los locales cercanos se encendian y las calles se llenaban con las personas que salían de sus trabajos finalmente. La calle, Flame st, tenia un gran numero de tiendas de alta gama en toda su extensión. Los mejores diseñadores anunciaban con carteles y vistosas vitrinas sus productos dia a dia. Leon, por su parte, era dueño de esa tienda que si bien tenia gran tamaño, lucia antigua y lúgubre por lo mismo a lo que se dedicaba. Para el ojo común de la mayoría lucia como un lugar interesante si se buscaban libros antiguos u objetos esotéricos; para los entrenados y dados en la materia era el mejor lugar para conseguir objetos encantados por un maestro hechicero. Si, eso era. Leon Zdravko era un reconocido hechicero que operaba tanto para el lado mas blanco como el mas oscuro de esa ciudad inmunda. A veces pensaba, que la gente común también podía sentir aquello y tal vez por ello mantenían su ditancia. Claro, siempre podía deberse a su cara de pocos amigos.

El reloj estaba cerca de marcar las 7pm, hora a la que Tamara pasaba a recoger a sus hijos finalmente. Hacia mucho que había dejado de interrogar a esa muchacha de aspecto derrotado. Hasta donde sabia trabajaba como secretaria en un negocio cerca al centro de la ciudad y tenia un nuevo novio. Un idiota que se hacia llaman "Ted", un hombre que estaba mas interesado en que ella se deshiciera de los niños para tener tiempo de ocuparse de otras cosas.

- ¿ puedo salir a saludar al señor O'Higgins? – el mas pequeño se había acercado al mostrados y se sujetaba de este fuertemente con las manos mientras dejaba que su peso cayese hacia atrás – lo he visto, ya viene para aca – pidió impaciente como cada vez. Era un sujeto se barriga prominente, un anciano bonachon y se barba rojiza ensortijada que paseaba a su pequeño perro mestizo todos los días a la misma hora. Estaba demás decir que el can y el niño habían entablado una relación singular. Todos los días Jake saldría a saludar al perro y le daría una galleta en forma de hueso antes de abrazarlo fuertemente y dejarlo seguir su camino.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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