Capitulo 2

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La luz del sol impacta mi rostro, con los ojos cerrados me levanto de la cama con lentitud, me dirijo ala ducha y enjuago mi rostro.
Mis pensamientos, aun petrificados por aquel chico lobo, no sacaba la imagen de sus grises hojos de mi mente. Papá aun dormia, el dia de ayer no descanso nada debido ala gran presion. Al parecer Adabella no se encontraba en casa, era poco tiempo de conocernos por lo cual no sabia cuales eran sus habitos.
La cabaña es realmente acojedora sin hembargo mi casa en Berlyn era lo mejor, tanto asi, que sentia la escencia de mi madre impregnada en las paredes.

Es un dia perfecto, y que mejor que salir a explorar un poco.
Mientras camiba por el hermoso bosque visualize un arbol de manzanas, tan rojas como la sangre de vampiro, tome una arrancandola con fuerza, unas risas llamaron mi atencion no muy lejos de donde me ubicaba, conforme me acercaba logre crear la imagen de un hermoso lago pequeño con una estrecha cascada donde baja el agua desde lo alto de las montañas.
Logre localizar alas risas divertidas, eran 5 chicos que me imagino deben ser licantropos, uno de ellos se encontraba en un extremo del lago dispuesto a dar un salto al agua, y al otro extremo estaban los 4 chicos mas observandolo y jugueteando. Los observaba desde la sombra de un arbol cercano, pero mi estrategia como espia no dio frutos, uno de los chicos de tez morena y cabello castaño comenzo a dirigirse a mi direccion atrayendo la atencion de los demas, retrocedí con delicadeza de espaldas con mis manos posadas hacia atras para evitar caerme, pero de un derrepente mi cuerpo choco con algo que para nada era un arbusto o un arbol. Volteé rapidamente encontrandome de nuevo con aquellos ojos grisaseos seductores que me observaban con lindura.
-¡Ven por quí!-.me susurro.
Me tomo de la mano y corrimos hasta una cueva situada a unos cuantos metros del lago,unas hiervas cubrian la entrada de la cueva.
-¡Entra!-.me ordena.
Me agacho para lograr pasar por la pequeña entrada.

Cubrió la entrada con el montón de hierva y se alejo quedando de nuevo al frente, caminamos por el pasillo de la cueva unos 10 pies, para luego encontrarme en una gran sala con un recibidor aterciopelado turquesa, con pequeñas bases sujetadas a las paredes de tierra cada una con una vela rugosa color miel.

Tomé asiento, mientras lo observaba dirigirse a la cocina.
-Hola...-Pronuncie con tono bajo, jugueteando con mis manos-.
-Creo que ati te sienta bien meterte en problemas todo el tiempo.-dijo mientras abria la nevera, con una sonrisa coqueta en sus perfectamente delineados labios rojos-.
-Aha... Si eso lo menciona mi padre todo el tiempo.

-Que bueno verte de nuevo.-dijo poniendo una mirada amigable.

Me pose en el marco de la entrada a ala cocina, observándolo disimuladamente mordiéndome los labios. Pasa cerca de mi rozándome el hombro, solo con ese toque siento mariposas en mis adentros, tenia que admitir que su proteccionismo me atraía, y mucho.  se sentó en el sofá recostando su cabeza con los ojos cerrados, camine hacia el observando todas sus facciones poseedoras de tanta belleza, y esos labios que deseo desde aquella vez en la playa, me siento en el sofá mas grande que esta justo frente a el, se que parezco acosadora pero es imposible dejar de mirarlo.

Después de un rato me percato que esta totalmente dormido como un oso bebe, o mas bien un lobo bebe, me levanto con cautela y fijo mis pies hacia la cocina, tomo un vaso con agua fresca, el agua aquí es mucho mas dulce que en Berlyn, mis instintos de curiosidad Mun no se quedan atrás, no puedo evitar no dar un pequeño rondín por su habitación.

Me impresiona lo ordenada que esta, como toda una casa oculta es color café y negro, con las paredes de tierra y par de barrotes sosteniéndolas, en uno de sus muebles debajo de un libro que al parecer el lee, me encuentro con una imagen vieja y arrugada donde se encuentran dos pequeños niños junto sus padres sosteniéndolos en sus regasos, no le tomo mucha importancia y la coloco justo donde estaba.-¡Hey! que te pasa, ¿que haces aquí?- Apenada y estupefacta me encojo de hombros.

-Lo..si..ento-pronuncio con dificultad tartamudeando.

-Ustedes si que son curiosos, mas bien ¡metiches!- Dijo alzando mas la voz en la ultima frase, apretando la quijada  furioso.

Yo soy una persona muy sentimental, sus palabras me hirieron de verdad, "¿Porque se enfureció tanto?", un par de lagrimas salieron de mis ojos en total silencio,ni siquiera mi padre me ha gritado así. agacho la mirada para que no note mis lagrimas pero no funciona, lo veo de reojo ala vez que salgo de la habitación, voltea sus ojos al suelo como diciendo "¿Por que le grite?", tal vez exagero pero como ya lo he dicho soy demasiado sentimental. cuando por fin llego al recibidor me siento en el sofá con mis manos en el rostro limpiando ese par de lagrimas, "Estúpida" pronuncie entre dientes. Jake avanza hacia mi después de unos minutos, salen unas ultimas lagrimas de mis ojos, y las limpio rápidamente para que no pueda verlas. se sienta a mi lado con el reflejo arrepentido en su rostro, pasa su suave mano por mis mejilla que posteriormente me toma mi cintura y me atrae hacia el dándome un "abrazo de consuelo" siento su fuerte corazón latir mientras recargo mi cabeza en su hombro.

-Perdóname, enserio yo... soy un estúpido.-Dijo arrepentido-.

-No te preocupes, yo... suelo ser así, muy sensible.- intente expresarle lo llorona que solía ser- Creo que ya es hora que vuelva a mi casa, mi padre deberá estar preguntándose donde me encuentro-. Exprese-.

-Esta bien, te acompaño.

-Estoy bien, enserio no necesito que me acompañes- no quería que pensara que me marchaba por lo sucedido hace poco-.

-Ya me disculpe,¿Tendré que hincarme para que me perdones, o pagarte las lagrimas derramadas?, enserio no vallas a dejar de hablarme solo por esto Elena.- Me suplico casi llorando con esos ojos de gatito-.

-Ya te dije que no te preocupes, pero si tan terco eres... acompáñame.

Caminamos los dos hasta la entrada de arbustos, volteo a ambos lados verificando que no hay nadie cerca. y respecto a los chicos lobo no me menciono ninguna cosa.

-Hey, ¿Quienes eran esos chicos?

-Mmm... son de la manada, no son de confiar, solo son un par de aprovechados y mantenidos, no hacen absolutamente nada, sus padres son segundos al mando del clan, pues como todas las chicas los siguen creen que son lo mejor.- pronuncio, volteando los ojos y haciendo muecas.

-¿Pero porque me alejaste de ellos?, bueno admito que no tenia intenciones de hablar pero no se notaban malas personas, o bien malos lobos.

-¡por la luna!, veo que no te has dado cuenta que eres el ser mas poderoso de esta tierra¿verdad?, debes tener mas cuidado, ser mas cociente alas personas a quien les hablas o a quien te encuentras en el camino, un lobo de forma inmediata sabría que eres Maximun, no dudo que esos tontos te abrían matado sin piedad.

-Bien, yo entiendo, y pues gracias por esta lección de psicología.- Dije sarcásticamente-.

Veo por fin  las luces de la cabaña prendidas, y el hermoso patio con pequeñas luces de colores, Fatimas se llaman los pequeños billos que adornan nuestro jardín. -Adiós- me despido, pero en cuanto doy la media vuelta su mano atrapa la mía, jalando me hacia el con fuerza, me da un abrazo y un beso en la mejilla, mientras posa su mano en mi cintura.-Adiós- me susurra tan cerca del oído que siento sus labios rosar. me suelta y cuando menos pienso desaparece en la oscuridad del bosque. Entro a la cabaña Max y Adabella están sentados en el sofá viendo televisión, les doy las buenas noches a los dos y subo las escaleras a mi habitación esperando así el día siguiente para verlo de nuevo.

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⏰ Last updated: Mar 27, 2018 ⏰

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