Could be...

Capítulo 45

Keiler's POV.

-Estás mintiendo.- dije. Por dentro moría que lo que Dmitry me estaba diciendo fuera mentira.

-No pierdo nada en decírtelo, ¿por qué mentiría?.- se encogió de hombros. ¿Por qué razón James estaría metido en todo esto? ¿Y por qué ni siquiera ha dado algún indicio de ello? James es un chico totalmente normal y se me hace difícil creerle a Dmitry.- ¿Qué quieres escuchar Warren? No tienes las cosas bajo control, hasta Tyler murió por tu culpa.

Y eso fue todo, solo bastaron esas palabras para abrir la maldita puerta que nos separaba, todo sucedió muy rápido, mis puños impactaban cada vez más fuerte en su rostro, él no era capaz de defenderse, o tal vez no quería hacerlo. Sentí que unos brazos me rodearon por la espalda.

-Te voy a matar maldito idiota.- solté intentando aflojar el agarre en el que me tenían.

-Siempre serás la Warren que yo conocí.- susurró Dmitry. Me pude soltar y saqué el arma que tenía en la parte trasera de mi pantalón. Apunté a su cabeza mientras él se ponía de pie.

-KEILER BASTA!.- escuché el grito de Bert.

-Hazlo Keiler. Mueres por dispararme.- decía con total tranquilidad Dmitry.

-Es lo que él quiere Keiler. Baja el arma por favor.- Bert se acercaba a mi con cuidado. Mis ojos estaban húmedos, tenía rabia e impotencia, nunca me había sentido de este modo. Estaba colapsando.

-Dispara Warren.- susurró Dmitry. Sentí como una lagrima caía por mi mejilla. Tensé mi mandíbula y disparé.

-De una u otra forma sabía que lo harías.- comentó Volkov con su mano en su brazo, Justo en el lugar al que había disparado.- Está eres tu. Volví a poner el arma en la funda de mi pantalón y salí del lugar.

-KEILER.- escuché los pasos de Bert que venías tras de mi.- DETÉNTE AHORA.- gritó enojado. Lo hice.- Dame el arma.- ordenó al pararse frente a mi.

-¿Por qu...

-Dame la maldita pistola Warren.- me interrumpió. Se la di.- hablaremos de esto mañana.- dijo para después irse. La había jodido.

———

-¿Dónde demonios estabas?.- preguntó Noah. Había llegado a casa, mi plan era irme en silencio a mi habitación sin que nadie lo notara.

-Fuera.- contesté.

-Pudiste haber avisado.- se acercó. Su mirada bajó a mis manos. Él iba a hablar, pero yo no estaba dispuesta a escuchar regaños. Estaba cansada.

-Lo siento, no volverá a pasar.- dije para correr a mi habitación. Cerré la puerta y le puse seguro, solté un suspiro mientras apoyaba mi frente sobre la madera de la pared.

-Dijiste que vendrías a casa.- dijeron. Llevé mi mano a mi pecho y volteé asustada.

-¿Qué demonios Taylor?.- dije. Oculté mis manos cuando su vista chocó con ellas.

-¿Donde fuiste?.- preguntó. No respondí. Solo caminé hacia el baño.- Keiler...- cerré la puerta y me dispuse a hacer mis necesidades. No quiero escuchar reclamos ni quiero dar explicaciones. Todas las situaciones vividas estos últimos días me tenían caminando por la cuerda floja. Sentía que en cualquier momento perdería el equilibrio. Estoy saliendo de mis casillas, todo este asunto está sacando mi viejo yo. Me gustaba tener las cosas en orden, odiaba que algo se me pasara por alto. ¿Cómo demonios no noté nada en James?