El adorable gato de mi vecino [Vkook/Taekook]

Superalo

Taehyung

Ayer fue una noche cansada, Jimin estaba en mi cama, la cual estaba llena de sangre.

»Jimin«

Me levanté y fui a bañarme.

»¿Será verdad? ¿Jungkook muerto?« pensé mientras veía como caía el agua.

En eso Jimin tocó la puerta.

—¿Tae?—preguntó.

No había notado que estaba llorando.

—Estoy bien—mencioné.

Terminé de bañarme y me cambié, cuando salí Jimin seguía en la puerta, aún no se había cambiado por lo que seguía con sangre y heridas.

—bañate—mencioné.

—Te preparé el almuerzo— mencionó con una leve sonrisa, pero no tenía hambre así que sólo me fui a mi cuarto a dormir.

En eso alguien tocó la puerta, él ya se había metido a bañar. Así que corrí pensando que sería Jungkook, a lo mejor lastimado pero estaría bien.

Cuándo abri la puerta vi una caja de cartón miré por los lados entonces abrí la caja y vi el cuerpo de un gato negro.

—¿Jungkook?—pregunté, llorando nuevamente, lo abracé.
—¡¡Lo siento mucho!!—

En eso salió Jimin y me metió al departamento.

—Tae...— después me abrazo.

—dime que no es él— mencioné abrazando al gatito.

—Lo lamento— fueron las palabras más difíciles de comprender.

—¡Lo necesito!— grité.

—Deja la caja...— mencionó.

—¡No!— volví a gritar, corrí a mi cuarto y me acosté abrazandolo.

—¡Regresa! Por favor— dije mientras abrazaba el frío cuerpo de Jungkook.

Después de ese día, nada volvió a ser igual, Jimin estaba a mí lado todos los días, cuidando de mí ya no sonreía pero todo era gris, comía poco y no me importaba nada.
Así fue durante 5 meses, el departamento de Jungkook estaba vacío, unas veces fui ahí a llorar anhelando su regreso pero jamás volvió.

— Tae— dijo Jimin.

—¿Eh?— mencioné.

—te ayudaré a superarlo— dijo mientras me secaba las  lágrimas.

»¿Superarlo? Sólo quiero que regresé«

—Ayúdame...— dije mientras lo miraba a los ojos.

Él sonrió y me abrazo.

[Jimin]

»haré que me ames« pensé cuando lo abracé.

—vamos a caminar ¿Te parece?—

Fuimos a un parque a que se distraiga. Había unos juegos así que él se sentó en un columpio, se veía calmado, el aire rosaba delicadamente su cara.

—Iré por un helado— mencioné.

Me paré y fui con el señor de los helados.

—de me dos por favor— dije amablemente.

Después miré Tae y vi que se había levantado del columpio y se dirigió a otro lugar pero algo estaba raro.

»¿Tae?«

Vi que se había dirigido a una avenida.

—Tae...— dije, él no se había percatado de el camión que se aproximaba.

—¡¡Tae!!— grité y corrí hacía él.

*~*~*
Gracias por leer esta historia.
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Por cierto no olviden hacer tarea y estudiar.
Felicidades por su esfuerzo en el estudio. :)