Ardiente París 🗼(+18)

capítulo XXVI

- ¿De verdad es necesario salir como ladrones?.

- ¿Tu que crees?.

Me sujeta de la mano y vamos andando por el pasillo donde se encuentran las habitaciones.  Todo está en silencio, las luces están apagadas y no se escucha ni un solo ruido.

Bajamos las escaleras en silencio y llegamos al salón.

- Toni, espera.- Tiro de nuestra mano unidas, logrando de que se detenga.- de verdad que esto es absurdo.

- Pelirroja.- Apoya sus manos en mis hombros.- Es mejor que no se enteren de que nos vamos juntos, confía en mí,  ¿vale?, no quiero malos entendidos y tonterías,  solo vamos a dar una vuelta...- Acaricia mis brazos.-... prometo traerte pronto de vuelta.

- Más te vale, mañana tenemos que madrugar y no me apetece levantarme con resaca y falta de sueño.

Sin decir nada más llegamos a la puerta y después de que Toni desconecte la alarma, salimos al exterior.

Me fijo que no va hacia los coches, si no todo lo contrario, empezamos a caminar en dirección a la puerta de la salida.

Tengo que que medio correr y casi dar saltitos para ir a su paso.

- Toni, afloja un poco joder, no puedo seguir tus pasos.

- Perdona, es que quiero llegar lo antes posible.

- Y vamos a ir andando, ¿no nos llevamos un coche?.

- Nuestro vehículo nos espera fuera.

Llegamos a la puerta y Toni se separa de mi lado y habla con los dos guardias que se encuentran en la puerta custodiando la mansión.
No puedo escuchar lo que dicen, solo puedo ver a uno de ellos que hace un gesto afirmativo con la cabeza.

- Ven, nos están esperando.

Al girarme veo un coche y a un chico subido en una moto.
Cuando se percatan de nuestra presencia, el chico de la moto se baja y se quita el casco.

¡Mierda! esto si que no me lo esperaba.

- Perdón por la tardanza...- Toni abre los brazos y se funden en un gran abrazo, con golpecitos incluidos.-... ya sabes como son las mujeres, tardan un mundo en arreglarse.

- Te estoy escuchando idiota.

Me acerco a ellos y le doy un callejón, por idiota a Toni.

- Hola preciosa.

- Ho...hola.

¿Pero por qué me pone tan nerviosa este hombre?. joder! Porque está muy bueno.
Y más cuando se acerca y me da dos besos y un mini abrazo, dejándome patidifusa.

- Me alegro mucho de volver a verte, no tenía ni idea de que eras vos, la cita de este pendejo.

- Y no lo soy.

- Bueno qué, ¿nos vamos?.

Toni pasa su mano por mi cintura, como queriendo marcar territorio y lo miro fijamente, para que se dé cuenta de que no me gusta su jueguito de machote.

- Sí, toma...- Cristóbal mete la mano en su bolsillo y le lanza las llaves a Toni, que las coge al vuelo.- ... espero que cuides bien de la chica y de mi moto.

- Por eso no te preocupes, está todo bajo control amigo.

Toni sube a la moto y la pone en marcha, cogiendo el casco para ponérselo.
Mientras Cristóbal me lleva hasta la parte trasera del coche y saca del maletero otro casco.

- Es el de mi mujer...- Me lo pone el mismo y ajusta las correas a mi medida.-... el otro que tengo también es grande y la tota fué quien me dijo que te llevarás es suyo.