Capitulo 2

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Han pasado ya 2 días desde que me fui de la casa de Zack si avisar y Ilia no para de echarmelo en cara.
- Ya te he dicho que lo siento setecientas cincuenta veces ¿Que más quieres? - La digo mientras suspiro.
Acabábamos de salir del instituto y como era viernes habíamos decidido hacer una tarde de cinco.
Las tardes de cinco eran las tardes en las que salíamos los cinco juntos. Zack, Leah, John, Ilia y yo. La verdad es que no lo hacíamos muy a menudo por que como buen grupo que somos (ironía) cada uno va a su bola.
En las tardes de cinco nos dedicábamos a hablar de nuestra vida, planes de futuro, cotilleos, fútbol.. Etc
-Es que me dejaste en ridículo enfrente de Drew. - su tono de voz es bastante alto y hace que la gente que camina en dirección contraria se gire a mirarnos. - Tu no sabes como es sentir que piensen que si tu amiga es una loca tu eres peor.-Me dice indignada mientras anda.
-Yo no estoy loca, vale que hice un poco el ridículo, pero podría haber hecho algo peor. Podría haberme tirado un pedo o cualquier cosa. Pero claro es Drew del que estamos hablando. Que tiene ese chico que no tengan los demás. - la dije mirándola a los ojos, iba a responderme pero no la deje hablar. - Acaso te has parado a pensar que cuando entré por la puerta el apenas saludo. Asique ahórrate todo lo que tengas que decir de ese tema, por que no me interesa.-La respondo mientras adelanto el paso esperando que no me responda por que si no nuestra discusión iba a ser a mayores.
-Sabíais que el otro día John se callo enfrente de Lisa Scott. - Dice Leah mejorando la situación - Deberíais haber estado allí fue buenísimo - dice mientras nos contagia la risa.
Leah es rubia con el pelo rizado, tan rizado que parece un huracán, tiene una figura pequeña, los ojos marrones y pecas. Es dulce y tímida. Pero cuando tiene confianza lo de tímida no forma parte de como ella es.

Llevamos como dos horas sentado en una mesa de un bar, la verdad es que los chicos están más graciosos de lo normal y no paran de hacernos reír por cualquier tontería.

- Nena deja el móvil- le dice Zack a Iliad.
- No me digas nena bicho raro - Le contenta sin despegar la vista del teléfono. - creo que se nos ha hecho tarde. Me voy, Bella ¿Vienes? mi padre viene a por mi para llevarme a casa le digo que te deje en la tuya.

-Claro- la respondo.- ¿Os quedáis chicos? - Ellos me asienten con la cabeza.
Me levanto de la mesa y doy un beso a cada uno en la mejilla.
-Os queremos, chao- Dice Ilia mientras me agarra del brazo y me saca del bar.

Un coche aparca enfrente nuestra, y Ilia se monta. Sé con seguridad que ese no es el coche del padre de Ilia.

Baja ventanilla y me dice - Sube, no tenemos todo el día -

Me subo a regañadientes.
-Hey bella, al final te has apuntado a venir a la fiesta. - Me dice Bruno que está conduciendo.
-¿Que fiesta? - Pregunto interrogante.
-No hace falta que vengas si no quieres. Bruno te puede dejar en casa, esta cerca de la fiesta. - Dice Iliad Más seria de lo normal.
-Claro, no hay problema.-Dice Bruno mientras me mira por el espejo retrovisor y me sonrie.

Le indico la calle de mi casa, le doy las gracias a Bruno y salgo del coche sin despedirme de Ilia, por que no se lo merece, por mentir.

Al entrar a casa recuerdo que mis abuelos se han ido con mi hermano a el centro se juegos y mi padre esta trabajando.

Suspiro y subo las escaleras, me pongo mi pijama de invierno y mis gafas de ver.
Me acerco a el cuarto del final del pasillo y me encuentro con mi alma gemela, el piano de mi abuelo. De pequeña me encantaba sentarme en su regazo y mirar sus manos mientras tocaba. Al cabo de un tiempo memorice todas y cada una de las teclas. Y descubrí lo que era mi verdadera pasión.
Empecé a tocar varias teclas y acabé tocando una nana antigua que le tocaba a mí hermano cuando apenas tenía un año.
Derepente escuché un ruido procedente de que ventana de el baño.
Asique con una lámpara de mesa en mi mano derecha, sigilosamente inicie mi camino hacia allí.
Una sombra en la ventana se hacía presente.
Pero yo abrí la ventana.
Podría haber sido un ladrón, o un asesino, o mis amigos gastando me una broma. Pero No.
El mismísimo amor platónico de mi mejor amiga estaba allí.
En la ventana de mi baño.
Drew al que no conozco.
Drew al que no quiero conocer.

Holii 😀 un capítulo más. Espero que os allá gustado votad y comentar.
Hasta pronto.

Clara.

HoneyWhere stories live. Discover now