Sueños de antaño y de cristal *Obra Completa*

Ángel de Obscuridad

Díez años me tardé en terminar éste poema.
Fué un largo camino, desde ser ideas en trozos de papel hasta ir tomando forma poco a poco. Hubo una primera versión de el, pero no me convencía del todo; así que se quedó guardado de nuevo hasta que hace unos días retomé la idea y el sentimiento que me llevó a escribirlo.
Aquí está el resultado.

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Por sinuosos caminos de soledad
sombras entre la bruma vislumbraba.
Vagaba sin rumbo y en obscuridad;
en medio de ella un brillo me llamaba.

Entre la obscuridad sin sentido
me aferré a su mano con fuerza;
él iluminó de pronto un camino,
alejé la realidad sin darme cuenta.

En el principio un dulce sueño
habitado por su sonrisa y
la figura de un ángel entre la brisa.

La luz te cegó, pobre corazón;
brillo enloquecedor, tonta ilusión:
El amor sin piedad te traspasó.

Caricias como espinas encarnadas,
igual que besos de pasión infame
fueron del deseo su brasa y llama,
presagio y preludio del desastre.

Sueños de cristal la realidad fragmentan;
tambalea mi razón y mi lucidez.
Las cenizas de papel ilusiones eran,
cimbran mi corazón, mi esperanza y mi ser.

Ángel de obscuridad, aquella que mata;
obscuridad, también llamada amor;
luz de tinieblas, brillo cegador.

¿En un laberinto sin ningún sentido
moriré errante, y sin razón
en un mar de sueños y caprichos
o viviré libre de éste corazón?

Vivir, eso quiero, sin más obscuridad.
¡Fin a la osadía de quien me mintió!;
se vá el engaño y la melancolía,
la vida de sueños, ¿al fin terminó?

Tonta ilusión. Corazón equivocado,
amor traicionero que el juicio nubló
y un ángel en mi contra utilizó.

Un ángel y un demonio, tú fuiste los dos.
Mi corazón desgarras, juegas con mi amor.
¿Podré olvidarte si no escucho tu voz?

Díganme (mis poquitos lectores) en sus comentarios (no sean fantasmas) si les gustaría conocer la versión anterior de éste poema.