Capítulo 6

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Mike regreso al cuarto, había ido por una botella de champaña y dos copas, pero al entrar a la habitación no vio a Will por ningún lado, lo buscó por toda la habitación, reviso en baño, el armario, pero no lo encontró, en última instancia se acercó a la venta y vio hacia abajo, no fuera a ser que su princesa hubiera caído por esta, sabiendo que está era muy distraída, pero al no verla en el suelo decidió salir a buscarla.

Dustin entró corriendo alarmado al palacio, Mike bajaba apurado las escaleras, ambos se encontraron y se acercaron a un paso acelerado.
—¡Dustin! —exclamó el príncipe mientras tomaba a su caballero de los hombros y su rostro reflejaba preocupación—. ¡Tengo que decirte algo!
—No, hermano, yo debo de decirte algo —dijo el rizado preocupado—, es sobre Will... —al escuchar ese nombre el príncipe depósito toda su atención al rizado.
—¿Sabes algo? ¡Dime! —exclamó.
—Veras... Estaba paseando por los hermosos jardines de nuestro hermoso reino, estaba comiendo una banderilla que había tomado del bufet de tú boda, muy bella por cierto, yo... —Dustin fue interrumpido por el joven Wheeler.
—¡Demonios!, Dustin, ¡Ve al grano! —exclamó alterado.
—A eso voy... —dijo relajado—, a lo lejos pude ver a tu adorada princesa, estaba dando un paseo por ahí, me iba a acercar a hablarle, pero... —hizo una pausa—. Algo se la llevó... Tenía una apariencia familiar, se parecía a... ¿Un Demogorgón? Tal vez... —dijo algo aterrado—, ¿Qué crees que significa? —preguntó.

—¿¡Qué no es obvio!? —exclamó de pronto el moreno mientras entraba a donde sus amigos se encontraban—, ¡Busca venganza!
—¿Cómo hiciste para escuchar nuestra conversación, Lucas? —preguntó Mike sorprendido por la repentina aparición de su amigo.
—Eso no te importa —respondió mientras se acercaba a ellos.
—Claro que si, por eso te pregunté —dijo el príncipe obvió.
—¡Chicos!, ¡Chicos!, Se están saliendo del tema —intervino Dustin.
—¿Tú interviniendo en discusiones?, Vaya, eso no lo veía venir —dijo Lucas irónico.
—Dustin tiene razón, esto es serio —intervino Mike.
—¿Por qué supones que es por venganza? —preguntó Dustin.
—¡Matamos a su hermano! —grito Lucas.
—¡Exacto! —exclamó el príncipe ya comprendiendo todo—, está más que claro —dijo chasqueando los dedos—, ¡A los corceles! —ordenó.
—¿Otra vez?, ¿Por qué no pedimos un Uber? —se quejó Dustin.
—¿Por qué no mañana? Son las 11:30 P.M —dijo Lucas perezosamente, realmente tenía sueño después de todo había sido un día ajetreado.

—¿Tienen alguna tarjeta? o ¿Dinero? —preguntó Mike, el rizado y el moreno negaron con la cabeza—, porque yo tampoco, ya me gasté todo mi dinero del mes y mis padres no me sueltan una tarjeta desde que saturé la mía, ¿Recuerdan el día en que compramos en Amazon esas piedras que se suponía eran mágicas?.

Después de decir esto se quedaron en silencio recordando esas piedras que al final había sido toda una estafa, ni siquiera eran piedras, solo era vidrio común, pintado y decorado para parecer piedras mágicas. Los tres las habían esperado emocionados ya que se supone que cumplían cualquier deseo, pero cuando llegaron se habían sentido tan decepcionados e idiotas por caer en un truco así de barato. Fue aun peor cuando llegó la cuenta de la tarjeta de Mike, los Reyes habían puesto el grito en el cielo, así que después de cancelar la tarjeta, el príncipe y sus caballeros tenían prohibido tener una.
A Dustin y Lucas aún les descontaban de su sueldo la parte que les correspondía de esa deuda.

—¿Alguno sabe manejar?, aquí en el palacio hay muchos vehículos no creo que noten si nos llevamos uno, pero yo no se hacerlo —volvió a hablar Mike, los caballeros volvieron a negar con la cabeza, ellos se había brincado esas clases cuando acudían a la escuela de caballeros, al príncipe, dado su historial no lo dejaron ni siquiera tomar las clases de manejo, puesto que una vez su padre, el Rey, intentó enseñarle lo básico, le había dicho que frene, pero el príncipe como es tan idiota pisó acelerar y chocó con un auto que estaba estacionado, si, ese chico ya era todo un caso perdido. Dejarle un automóvil era asegurar un desastre.
—Si quieren podemos quedarnos a dormir en algún lugar por ahí, o ¿Salimos al amanecer? —preguntó Mike pensando en la queja de Lucas y en que él mismo estaba algo cansado.
—Al amanecer —rogaron.

¿Mi Princesa? // BylerWhere stories live. Discover now