¿Mejores Amigos? [Mikayuu]

Capitulo 9

Después del incidente en la escuela, tuve que venir con Narumi a mi casa.

Ahorita no quiero estar con él. Sólo quiero estar con Mika, quiero hablar con él, saber que no se arrepiente de nuestro beso.

Es lo único que quiero saber.

Pero me tengo que limitar a estar a un lado de este idiota.

Estábamos haciéndonos retos, no teníamos otra cosa que hacer, no era algo que de verdad me cautivara jugar en este momento, pero bueno, al menos ver hacer tontos retos a Narumi me hacía reír.

En determinado momento a Narumi le tocó hacerme un reto, lo pensó muy bien, y cuando estuvo listo me dijo algo que me dejó estupefacto.

—Tienes que decirme "Narumi-kun" y comportarte como si yo fuera tu Senpai.

Lo miré claramente molesto.

—No pienso hacer eso —refunfuñé.

—Así es este juego Yuu —se encoge de hombros—. Además solo serán veinte minutos.

—¡Ay! Está bien —replico—. Pero será menos tiempo.

—Diez minutos.

—Bueno —pongo los ojos en blanco—. Y ya se acabó este tonto juego.

—Si tu lo dices —se levanta de la mesa y va directo al sofá—. Ahora ponle una película a tu Senpai.

—Idiota.

Voy a poner la película. Es una de acción, no pensaba poner una que a él especialmente le gustara, ya que también yo la veré, así que tiene sentido que yo la elija.

—Ya —digo.

—Siéntate Yuu —da unas palmaditas al lugar al lado de él.

Me siento a su lado y por un momento los dos nos quedamos completamente callados.

Después cuando en la televisión aparece el menú para poner los idiomas y dar a inicio a la película, me estiro por el control que está en la mesita, y cuando hago esto Narumi se abalanza sobre mí, haciéndome cosquillas en el abdomen.

Me caigo del sillón y quedo sobre el suelo. Logro pararme y poner la película cuando comienzo mi venganza atacándolo ahora a él. 

Nos reímos cuando nos damos pequeños golpes.

En determinado momento, entre risas, el susurra que le diga "Narumi-kun", y lo hago, solo porque lo tengo que hacer, al cabo su tiempo ya se está acabando.

—Basta Narumi-kun —digo, y parece como si lo hubiera dicho Yoichi.

Ya sabrán cómo.

Narumi solo sonríe.

Paramos de reír y de repente un recuerdo viene a mí.

Somos Mika y yo cuando una vez él vino a mi casa por primera vez. Los dos estábamos nerviosos, apenas si nos conocíamos, entonces para aligerar la tensión, decidí hacerlo reír, y así lo hizo, pude ver su bella sonrisa y sus ojos zafiro brillar. Quizá eso es lo que más me gusta de él, además de su forma de ser y otras cosas más.

Estaba tan pérdido con ese recuerdo, que llegué a pensar que estaba con Mika, así que me acerqué lentamente a Narumi y lo abracé por la cintura, sentí sus brazos rodearme y sonreí al seguir pensando en mi rubio. De un momento a otro abrí los ojos y vi a Narumi, entonces di un brinco y traté de soltarme, pero el me tenía apresado, así que no pude soltarme.

Sonó la alarma de mi celular que marcaba el fin de sus diez minutos.

—Suéltame —dije—. Tu tiempo ya se acabo.

—¡Ay Yuu-chan!, eres muy enfadoso —dijo.

—Oye tú —le dije enojado—. Tú no puedes llamarme de esa manera.

—Mika no es el único que te puede decir así.

—Si lo es. Él es el único que me puede llamar así.

—¿Por qué el sí? —dijo molesto, acercándose a mí.

Me estaba molestando el hecho de que se diera el lujo de poder reclamar cuando él no tenía lugar aquí.

—¡Porque él es mi mejor amigo y yo lo amo! —grité, empujándolo.

No es algo que deba sorprenderle, si aceptó este trato es porque sabe de por medio que yo amo a Mika.

—Él ni siquiera te ama, él ama a otra chica, él es un maldito heterosexual que nunca te va a amar porque solo te ve como un amigo —me sacude tomando mis hombros.

Exploto.

Literalmente.

Lo abofeteo muy fuerte.

—¡Tú no conoces a Mika como yo lo conozco! —le digo, mis lágrimas cayendo de puro enojo.

Narumi toma su mejilla.

—Porque te sigues aferrando a un imposible. Hay más personas allá afuera queriendo estar contigo, personas que valen la pena, y tú solo le rogas a un idiota.

—Mika no es ningún idiota —susurró, sorbiendo mi nariz.

—Yo tampoco lo soy.

¿Qué?

—¿Perdón? —digo confundido.

—Yo tampoco lo soy, Yuu. Yo te puedo amar, yo puedo darte la felicidad que necesitas —acaricia mi mejilla lentamente.

—No lo sé —digo con el ceño fruncido, mirándolo.

Alejo su mano lentamente de mí.

—Yo no creo poder corresponder a tus sentimientos.

—Deja a Mika, dejalo ir. Él no te verá como tu lo ves a él.

Ni siquiera entiendo lo que dice.

—Será mejor que te vayas.

—Pero Yuu, por favor —toma mis manos, pero yo lo suelto.

—Es lo mejor Narumi, no puedo verte como algo más que un amigo.

—Pero Yuu..

—Hazlo Narumi, sal, déjame solo —suplico.

—Está bien —dice.

Y sale por la puerta.