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La noche tarde había llegado junto a él los agobiantes comentarios de los paparazzis que rodeaban al rubio en la entrada del hogar de su Abuelo, Golden había dejado su fama desde hace mucho tiempo ¿El motivo? Cuando empezó una relación con el castaño quería ser precavido y protegerlo a todo momento, siendo alguien famoso dudaba hacerlo como es correspondiente.

—¡Señor Golden Junior! ¿Que hará ahora con sus hijos?

—¿Piensa criarlos usted solo?

—¿Es cierto que Freddy Fazbear falleció en medio del parto?

Los comentarios eran crueles.
Le dolía. Aún así tenía que mostrarse fuerte frente a una cámara.

— Por el momento no quiero declarar.— Comento con una leve sonrisa, subiéndose a un vehículo resguardado por dos grandes guardaespaldas. No quería volver al mundo como un cantante nuevamente. Ahora tenía una "Familia" la cual cuidar.

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Hogar. Dulce hogar.

Saco de su bolsillo las llaves de su casa sintiendo un pequeño gruñido en su estómago, tenía hambre, no había probado ningún bocado desde la tarde. Cuando giro la perilla pudo ver al azabache ponerse un pequeño abrigo su cabello tapaba sus ojos oscuros, Golden ladeó un poco la cabeza.

—¿Fred? — Nombró alzando la ceja sin moverse de su lugar.

— ¿Eh? — Una pequeña risa nerviosa se escuchó en el oscuro y tibio lugar.— ¡G-Golden!— Pronunció retrocediendo como si hubiera visto un fantasma, causando más extrañeza en el lugar.— L-La cena está en el microondas solamente tienes que calentarla y estara lista.— Nombró agarrando una pequeña mochila colocándosela detrás de la espalda.— Los biberones de los niños están encima de la mesa así que si tienen hambre solamente tienes que calentarla un poco y listo.— Fred se colocó a lado del rubio ocultando su rostro con una bufanda. Algo estaba mal.—B-Bueno ¡Nos vemos mañana!

— Fred.— Golden agarro el brazo del azabache antes de irse.—¿Estás bien?

El de piel más pálida empezó a temblar intentando apartar el agarre de su mano.

— Golden enserio tengo que irme...

— ¿Porque? ¿Hice algo malo? ¿Es porque te dejé con mis hijos todo el día?

El más bajó abrió sus ojos como platos, ¿Acaso el mayor se estaba culpando? Si no decía algo, puede que el rubio caiga en una pequeña depresión, recordemos que está aún en un estado delicado.

—¡Para nada!.— El azabache se puso al frente del más alto, sacándose un poco la bufanda mostrando sus ojos estaban rojos, sus mejillas coloradas y su respiración agitada.—¡Me encanta cuidarlos! ¡Me encanta estar con ellos! ¡Me encanta hacerlos sentir felices! ¡Me encanta verlos crecer a cada segundo! Los amo...— Prácticamente estaba gritando lo que sentía era verdad pero...— Estoy apunto de entrar a celo...— Admitió y Golden se sobresaltó.— No quiero ocasionar ningún problema...— Fred alzó la vista y sonrió.— Cuídalos mientras no esté, ¿Bien?.

El Autocontrol.

Era necesario para no ocasionar ningún acto que posiblemente se arrepienta.

Y a Golden ya se le había gastado.

Abriendo paso sus estúpidos instintos salvajes se apoderarán de su cuerpo.

Gran lío en el que posiblemente cometería si Fred no salía rápidamente de ese lugar.

|| Realidad || #FNAFHS #GOLDEN #OMEGAVERSEWhere stories live. Discover now