Capitulo 31: Mentor

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"Persona con mayor experiencia que guia a otra"

El lunes que había seguido a aquella noche, Shokudaikiri y Hasebe habían concurrido a la agencia para firmar los acuerdos de algunas sesiones de fotos que mantendrían ocupado al actor casi por un mes entero. Se fijó la fecha de inicio en julio, por lo que Shokudaikiri ya había comenzado a resoplar. Era verano y odiaba trabajar en verano, especialmente en exteriores.

Cuando ambos abandonaban el edificio para recoger el auto, el de cabello azul manifestó, como siempre, su hambre.

—Ya pasa del mediodía, ¿vamos por algo para almorzar?

Preguntó con cierto respeto. Hasebe había estado muy distante y solía desaparecer sin decirle a dónde iba.

—Sí, estaría bien.

Heshikiro lo miró de costado, abriéndole la puerta delcoche para dejarlo pasar primero. Hizo una pausa. Shokudaikiri entró al coche con actitud pensativa.

—¿Qué te gustaría comer?

Preguntó, arrancando el motor. Entre el distanciamiento que tenía con él y el hecho de haberse refugiado con Fudou, se había llevado algunas desagradables sorpresas que influían en el segundo interés de Hasebe por su cliente.

—¿Por qué no vamos a ese sitio de ramen tan genial? Yo invito, valdrá la pena llenarse la corbata de sopa.

Comentó Mitsutada alegremente, observando los movimientos de Hasebe desde el asiento trasero.

—Bien, si es lo que quieres, vamos allá.

Accedió el mánager, conduciendo entre las calles hasta llegar a aquel lugar. Era completamente diferente a los sitios gourmet que solían visitar; se parecía mucho más al tipo de lugares corrientes que visitaría una persona que iba de paso, una que llevaba el dinero justo.

Un adolescente, tal vez.

Una vez llegados, Heshikiri tomó asiento junto a él; el mesero le entregó velozmente las planillas con el menú.

—Tonkatsu ramen, por favor.

Pidió Shokudaikiri, con un brillo ingenuo en su mirada.

—Y té rojo.

Hasebe había pedido algo ligero. Cuando estuvieron solos, lo miró fijamente.

—No sabía que frecuentabas esta clase de lugares.

Shokudaikiri parpadeó, sorprendido por aquel comentario.

—Vine algunas veces. La comida es buena y el personal es amable.

Respondió, entrelazando las manos sobre su regazo. Heshikiri sonrió de costado.

—Bien, ¿qué piensas de los contratos de hoy? Estuviste muy callado durante toda la reunión.

—Sabes que no me gusta trabajar en verano, pero tengo que mantener una imagen, ¿no?

Comentó el de parche, con cierta indolencia.

—Es tu trabajo, los ingresos de tu vida diaria provienen de él. A menos que desees cambiar de rubro y dedicarte solamente a hacer películas.

Expresó Hasebe, acomodándose en su asiento. El té y la entrada fueron dispuestos en la mesa.

Shokudaikiri tomó un harumaki con extremo cuidado y lo mordió con igual preocupación.

—Ya lo sé. Aunque tengo más dinero del que podré usar en mi vida, gracias a tu manejo de finanzas...

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