Cómo Aprender a Aceptarme

Siempre eres especial para alguien

Recuerda estás palabras:
Siempre. Eres. Especial. Para. Alguien.

Para sea quien sea. Siendo tú, quien seas.

Quizás seas especial para tu perro que sin ti no tiene comida en su comedero. O para el camarero, al que vas a pedirle cada día el mismo café bien cargado para sobrevivir a las mañanas tristes y nubladas de Madrid. Incluso puedes ser especial para el chico que viste con los auriculares puestos y la música a todo volumen cuando entraste al bus. O para ese señor que viste en el metro sin nada en su monedero. A lo mejor, tus padres no te lo dicen pero no se imaginan una vida sin ti. Sin tus locas ocurrencias o tus verdades como puños. O tal vez lo seas para tus seguidores de Instagram que necesitan a alguien para poder stalkear y envidiar. Puedes ser especial para la persona que te gusta pero ni siquiera te has dignado a darte cuenta de como te mira. De esas miradas que te lanza pero tú pasas desapercibidas. Puedes ser especial para tu hermana aunque solo la conozcas de vista. Puedes ser especial para ese niño, con mirada inocente, al que sonreíste en la calle. Puedes ser especial sin maquillaje. Con ojeras. Con tus verdades y mentiras. Con tu cara de pocos amigos. Con tu mal humor. Con tu pelo despeinado. Con tus días buenos y tus días malos. Puedes ser especial para esa anciana que ayudaste a cruzar la calle. Para quien sea. Sin importar de donde venga. Siendo tú, quien seas. Siendo como quiera que seas. Donde quiera que estés. Y con quien. Lo que importa es que todos se den cuenta de que eres tú misma. Sin importar si te gusta el rock o la poesía. Por mucho que te duela la vida. Siempre serás importante para alguien. Me atrevo a ir más allá: siempre serás especial para alguien.

Catia C.🖤
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