I'm sorry ☾ larry

cuatro

Estaba muy nervioso, demasiado. A cada segundo salía por mi puerta a ver si Louis se aparecía por ahí.

Tenía el libro en mis manos y le echaba un ojo para practicar.

Por suerte hoy tenía pocos pacientes, o al menos las citas que ponían decía así.

Sin querer me distraje con el libro más tiempo del que debería, dejé el libro en mi escritorio y abrí la puerta, ahí estaba aquel chico bonito, estaba por tomar el ascensor.

Caminé a paso veloz hasta llegar a su altura, toqué su hombro para que girara y me miró levemente hacia arriba algo perplejo.

Con algo de nervios y sudor en mis palmas comencé a mover mis manos como había estado practicando desde anoche, me concentraba en cada movimiento para poder hacerlo bien.

"Eres muy lindo", acabé de decir en señas esperando no haberme equivocado en nada.

Louis esbozó una sonrisa, era muy tierno y lindo, sobre todo cuando sonreía.

Él ahora comenzó a mover sus manos aunque más rápido de lo que yo lo había hecho, no entendía nada de lo que hacía, a excepción del los últimos movimientos que decían "lindo".

Sonreí ante aquello esperando a que sea algo bueno.

—N-no entiendo —dije instantáneamente nervioso.

Louis rió en silencio, sacó su móvil y comenzó a escribir.

"Tú también eres muy lindo", sonreí por lo leído, siguió escribiendo un poco más, "puedo leer labios".

Igual aprendería el lenguaje de señas, me dije mentalmente.

El silenció se hizo presente en el pasillo, los dos sonreíamos mucho, y a Louis se le notaba un pequeño rubor.

"Me tengo que ir, Harry. Nos vemos luego", escribió para luego acercarse y darme un beso en la mejilla y entrar rápidamente al ascensor que estaba por cerrarse.

Ahora estaba completamente ruborizado, de seguro por lo que hizo hace unos segundos.

—Hasta luego —dije rápido para que lo viera.

Estaba feliz, y estoy seguro que mi sonrisa chispeaba felicidad.

Cerré la puerta de mi oficina dando un gran suspiro de alegría.

Esperaba encontrarme más con Louis, y para entonces seguiría practicando señas.

Tomé el libro nuevamente y me senté en el sillón que había cerca.

"Me gustas", busqué cada letra en el pequeño libro.

Reí leve, mejor no.