➸Tres.

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Estaba solo en casa, JiMin había ido al departamento de un amigo a terminar un trabajo de la Universidad, cuando estábamos juntos solíamos ver películas toda la tarde y cosas así pero cuando estaba solo realmente no hayaba una manera de entrenerme estando solo y eso era frustrante. Fui hasta la habitación, me quedé viendo mi reflejo en el gran espejo.

Me notaba cansado, sin ganas de vivir pero seguía aquí. El cansancio se apoderaba de cada uno de mis sentidos, alcé mi camisa por acto de reflejo mi vista observando la grasa casi nula en aquel lugar, pero yo me sentía gordo de alguna manera y eso fue lo que más me fastidió. De nuevo estaba allí esa opresión en mi pecho, me estaba sintiendo vacío de nuevo. Mi mirada esta vez fue a las marcas que habían en mis muñecas, ¿por qué me lastimaba de esta manera? Se sentía mal pero esperaba compensar mi dolor emocional con el dolor físico que me provocaba a mi mismo, estaba volviendo a caer y el peso de la depresión me hundía cada vez más. Cada día era una nueva tortura, cada momento, cada segundo, todo se había vuelto turbio para mi y no reparé a pensar en un posible por qué. Estaba más que claro.

-Amas el cuerpo de un chico que se lastima-. Recité la frase que JiMin me había dicho hace días, para este punto mis ojos estaban soltando lágrimas que rodaban libres por mis mejillas. Caminé hasta el pequeño baúl en donde guardamos cosas como pendientes, anillos, sacapuntas y saqué de allí a mi vieja amiga; una cuchilla. En el filo se podía ver la sangre seca de hace varios días -. Perdón JiMin.

Fue lo último que dije antes de empezar a pasar el filoso objeto por mi tersa piel, viendo como se adornaba con pequeñas líneas rojas que cobraban color rápido. A cada momento podía sentir la ira y tristeza recorrer mis venas, ¿por qué mierda no acababa con mi vida de una vez? ¿Qué tanto me detenía? Era tan agobiante tener que vivir como si estuviera totalmente feliz, bajo una máscara que todos creían y ya me estaba cansando, no encontraba una manera de desahogar mi dolor.

No me di cuenta el momento en el que me arrodillé, estaba llorando patéticamente por que me odiaba demasiado. Ellos no tenían la mínima idea de lo que siento, de lo que pasa por mi cabeza y juraría que si lo hicieran no estarían viéndome con sus sonrisas hipócritas, hasta que un ruido llamó mi atención. Me habían enviado un mensaje, no tenía ganas de contestar, realmente no tenia ganas de nada por lo cual solo desvié mi mirada hacia mi brazo lleno de sangre.

-¡Amor, ya estoy en casa! -. Escuché la hermosa voz de JiMin inundar mis oídos y el sonido de la puerta cerrarse por consiguiente yo dejé la cuchilla reposar y bajé las mangas de mi suéter presionando en las heridas para que no saliera tanta sangre pero eso me sacó un jadeo de dolor.

-¡Voy! -. Grité y antes de salir practiqué la mejor sonrisa falsa y salí de allí. Me acerqué a mi novio recibiendo un beso de su parte y un cálido abrazo.

-Amor, ¿estás bien? -. Esa pregunta generó un nudo en mi garganta, me moría por gritar que no, nada en mi vida estaba bien pero me limité a asentir con una enorme sonrisa. Me he vuelto un mentiroso perfecto -. Eso es bueno, venga, hay qué cenar.

Y mi estómago se revolvió, no quería comer. No tenía ganas, en esos momentos quería correr y ocultarme tal vez así ya nada me dañaría pero yo solo asentí sonriendo falsamente.
Por que a veces las mentiras duelen más que la verdad.

❛❛Soy adicto al ritmo, hago música cuando estoy muriendo ❜❜

(⚛) ; KOKODRUGS

When he's cutting ➸jimsu#1Where stories live. Discover now