Capítulo 15

1.1K 88 17
                                    

    Me quedé charlando con ella un rato más. Descubrí que no era como la gente pensaba que era. No escuchaba reaggeton, ni música electrónica. Compartíamos más o menos los mismos gustos con respecto a ese tema. Era muy simpática, me habló de los problemas con su familia y con sus amigos. Me hubiese gustado quedarme más tiempo platicando con ella, pero tenía que ver a Liam con urgencia. Me despedí de Natasha con otro abrazo y fui a casa. Me duché y lo llamé. La primera vez no lo cogió, pero la segunda lo descolgó al primer “piiiii”.

    Quedamos en mi casa. Liam no se había mostrado frío al hablar, tampoco mostró ilusión. Me extrañó un poco, pero me fue indiferente y aguardé haciendo puñetas con las manos hasta que me empezaron a doler. Al rato, alguien picó la puerta.

    Lo abrí y con un gesto lo invité a sentarse. Nadie dijo nada. Paseé mi mirada por su rostro sin dejarme ninguna parte sin estudiar. ¿Cómo pude estar tantos días sin el contacto de este ser divino?

   –Lo siento –empezó él.

   –¿Qué sientes? –indagué.

   –Siento no habértelo consultado. Verás, cuando te vi ahí, dormido, tan adorable, recordé que por mi culpa te acosaban y pegaban. Y no pude soportarlo. Quedé con Natasha para que desmintiera todo lo que ella solita había montado, y a cambio... Pues me pidió... consumar –dijo con la voz áspera–. Acepté. No hicimos nada al final, no quiso. No te dije nada porque sabría que no querías que entregase mi cuerpo a cambio de que te dejaran de agredir. Supe que no querrías. Así que lo hice a escondidas. Lo siento.

   Di por hecho que aquel era el final de la frase, y aguardé en silencio. Nos estudiábamos las facciones sin pestañear. “Lo hizo por mí” pensé “me pondría los cuernos por ayudarme”. Era todo muy confuso y contradicctorio. Quizá si se hubiese acostado con ella ni me hubiese replanteado perdonarlo, por muy buenas intenciones que tuviese. Pero, fiándome de la palabra de ambos, no le di más importancia de la que tenía al tema.

    –Debería irme. Piénsatelo, pero ten en cuenta que yo sin ti no puedo vivir.

    Dicho esto, Liam salió de casa.

    Me quedé inmóvil donde estaba. No comí. No cené. Me fui a la cama y no dormí dándole vueltas a todo lo que había pasado. Debía perdonarle, debíamos retomar nuestra antigua relación. Yo también lo echaba de menos. Dios, claro que lo echaba de menos. ¿Por qué no se lo dije entonces?

    Mi mente era un manojo de dudas, y, cuando eran las dos de la noche, llamé a Natasha para hablar. Me sorprendí a mi mismo hablando con una chica que hace dos días era mi peor enemiga.

    Me estuvo aconsejando durante un largo rato, diciéndome aquello exacto que pensaba hacer. Me despedí de ella y, cuando eran las tres, llamé a Liam.

Maybe I'm addicted to him {Niam Hot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora