—¡Yah, Jeongguk-a es más fuerte que todos sus Hyungs!
—Gguk ya no es tierno, ahora es un hombre.
Todos los "cumplidos" que lanzaron sus mayores con las mejores intenciones eran recibidos amargos y llegaron hasta el corazón rencoroso del omega quién sólo mordía sus labios, la culpa hizo que no pudiera levantar la vista del suelo y el peso mal colocado en su pecho trataba de ser ignorado.
Era su cumpleaños número dieciocho, ¡los niños grandes ya no lloran!
—Aquí— El sonido de la voz de su -casi- Alfa hizo que su estómago burbujeara. YoonGi puso una caja azul en su regazo, provocando que todos los demás guardaran silencio y pongan su atención en ellos.
—Oh, ¿Qué es, Hyung?— Sus ojos brillantes chispeaban ante el presente.
—Ábrelo y lo sabremos tonto- ¡Auch!
—TaeHyung no seas grosero con el cumplañero— NamJoon lo reprendió.
—Lo siento Gguk. Pero en serio quiero saber que hay dentro.— dijo el segundo omega más joven meneando su cola esponjada.
Todos rieron ante la actitud del peli-naranja volviendo después su atención al más joven quien sin más abrió la caja con cuidado y sacó un suéter azul claro, bastante grande, de cuello alto.
—Aigo, es muy bonito. El suéter que te regale la navidad pasada ya no te está quedando Ggukie.
—Entre más grande mejor, nuestro maknae crece rápido.
Pero estos últimos comentarios no afectaron al -ya no tan pequeño- cachorro castaño en lo mínimo, puesto que toda su atención estaba puesta en el chico de ojos azules con sonrisa de goma.
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