Capítulo Único

364 51 22
                                    

Ayer visité un Estadio de béisbol, y recordando ciertos vídeos que a veces me topo en internet, se me ocurrió esto...

Es algo muy corto, simple, pero espero les agrade. 

La imagen de portada no tiene mucho que ver con la historia en sí, pero fue la más acorde que conseguí. Por cierto, esta no me pertenece y no poseo a su autor. 

Sin más, me disculpo de antemano por algún error. 

.

.

Lin todavía no comprendía cómo pudo haber sido persuadido para asistir a ese lugar tan... Desastroso. El ruido era cada vez más insoportable, lastimando de sobre manera sus oídos, y el alcohol y la comida chatarra iban de acá para allá como si nada...

En serio, ¿Cómo pudo pensar que ir con Banba a aquel juego de beisbol sería una buena idea? ¡Había perdido ante las insistencias del castaño! Y ahora se arrepentía de sobremanera.

Aunque, gracias a la guía de Banba y las prácticas y otros juegos que había tenido con el equipo de beisbol al que sin habérselo consultado ahora permanecía, Lin ya entendía bastante acerca del deporte en cuestión. Por ello, el movido encuentro que se llevaba a cabo sobre el campo le parecía de cierta forma interesante... Pero con toda esa gente bulliciosa a su alrededor, que gritaba hasta más no poder y por lo más mínimo, ponía a Lin de muy mal humor y no le permitía disfrutar del enfrentamiento deportivo.

Y Banba no era la excepción. Parecía un niño pequeño que, sin control, disfrutaba de su actividad favorita. Y no, no era tierno ni nada por el estilo... Pues el fanatismo de Banba no tenía límites, eso lo aprendió en poco tiempo. Idiota friki del beisbol.

Pero Lin ya no podía hacer nada, y acabar con todos los que terminaban con su paciencia no era una buena opción, no en un sitio como ese. Entonces, se mantuvo sentado mientras transcurría la primera parte del juego, intentando ignorar lo que acontecía en su entorno.

Fue luego de un rato, cuando un pequeño break se anunció, que las cosas se pusieron más extrañas y alborotadas. Lin pudo observar cómo en la enorme pantalla que se encontraba frente a él y por sobre las gradas, donde transmitían el juego de beisbol más de cerca, enfocaban ahora ciertos trozos del público. El marco de la pantalla era rosa, con corazones llamativos, y en la parte inferior se podía leer claramente un "Kiss Cam". Y cuando las personas que eran enfocadas en la pantalla se besaban, Lin se dio cuenta de qué se trataba.

Para Lin era una tontería, niñerías después de todo, pero para el público era lo contrario puesto que se divertían bastante con aquel jueguito indiscreto ¡Hasta Banba! Que reía como idiota, a su parecer, cada que observaba a una nueva pareja ser víctima de aquella actividad. Y aunque le parecía infantil, hubo algunas reacciones de los transmitidos en pantalla que a Lin le causaron gracia; unas situaciones terminaban bien, con un simple beso, y otras dejaban reacciones de vergüenza y disgusto ¡Hasta una mujer golpeó con su bolso varias veces a otro hombre por querer sobrepasarse! Si, era entretenido al final de cuentas.

Y Entonces... Las cosas dieron un giro drástico, sucediendo lo peor.

Lin se puso de pie y abrió los ojos tanto como pudo cuando, de repente, presenció su imagen en la pantalla. Y no era sólo él, también podía ver a Banba, quien siempre se mantuvo junto a él. Se giró para encarar a su acompañante, que lo observaba con una sonrisa inocente como si nada pasara y llevando en su mano otro vaso de cerveza, y luego se dio cuenta de la mirada penetrante que el resto de los asistentes le dedicaban... Realmente, las personas esperaban que ellos...

-No podemos decepcionar al público, Lin-chan.-

Bruscamente Lin regresó su atención a Banba, al haberse quedado presenciando a los demás, y se topó con aquella mirada determinada que muy pocas veces este mostraba. Tragó saliva y dio por instinto un paso hacia atrás cuando el castaño se acercó a él.

-Ni se te ocurra...- la voz le tembló, sin poder evitarlo, totalmente incómodo con aquella situación inesperada. Y por si fuera poco, el público aclamaba con euforia un beso...

Un beso. Entre Banba y él.

Y en un rápido movimiento, en tan sólo unos escasos segundos donde Lin no pudo si quiera actuar en defensa propia, Banba lo tomó por la cintura con su mano libre y se apoderó de sus labios. No fue sólo un rose, ni siquiera, pues Banba se encargó de profundizar aquel beso que por un simple juego y la presión del público les tocó compartir, un beso con sabor a todo el alcohol que Banba había consumido hasta ahora. Lin tenía la fuerza y la habilidad necesaria para romper con aquel contacto, y golpear al castaño por sobre todo, pero no podía moverse... Estaba hechizado, embriagado, con aquel contacto que no esperó experimentar. Nunca antes se había sentido así, y de cierta forma le aterraba...

Definitivamente, Banba le hacía perder la cabeza cada vez más.

Cuando Lin reaccionó el beso había terminado y era como si nada hubiera sucedido. Pestañó un par de veces, saliendo de su hechizo de recién, y se fijó en Banba que ahora conversaba con un grupo de muchachos que estaba a su lado. Respiró profundo y tomó asiento, intentando disimular el color rojizo de su rostro, altamente avergonzado. Ni siendo un sicario profesional, con tanta experiencia, Lin pudo evitar que aquel acto sucediera.

No había duda, iba a cobrarle a Banba muy caro por lo que había hecho sin su consentimiento. Pero, lo que Lin no se imaginaría, era que gestos como aquel se volverían recurrentes entre ellos con el pasar del tiempo...

El primer beso suele ser memorable, y el de ambos sí que lo era bastante... Toda una anécdota para contar en un futuro. 

.

.

Notas Finales: ¡Gracias por leer! 

Si te gustó, ¡Házmelo saber!



Kiss CamWhere stories live. Discover now