15

2.5K 215 169
                                    

— ¿Estás bien?

La voz de Henry lo sacó de sus pensamientos. Ese chico de pelo oscuro y ojos azules, sentado ennla orilla de un muro al lado del chico que amaba, mirando al frente en busca de alguien a quien molestar habia sido inundado por la voz de su pareja solo que no era del todo oficial, pues no le habia dado una respuesta concluyente.

—Ahora sí.

Sus labios se posaron en la mejilla del rubio que se retiró de golpe, perdiendo el equilibrio cayendo con estrépido al suelo. Sus mejillas ardian mientras escuchaba las risas de Hockstetter golpeando con el puño el duro muro. La humillación le hizo enfurecerse, pero luego recordó que era Patrick; ese chico se reiria de cualquier cosa mala que le pasara sin importar cuantos golpes le diera. Entonces rió. Rió junto las risas psicópatas de Patrick, rió mientras se levantaba con los codos adoloridos por intentar parar la caida llenos de trozos de ladrillos y cementos que se habian incrustado en estos.

—Oye ¿Qué paso con Victor y Blech? Como que hace siglos que no los veo.

Eso calló las risas de Patrick que lo miró con la misma mirada de confusión con la que lo miraba Henry.

—Pensé que tu sabias.

—Claro que no lo sé. —Respondió Bowers cruzandose de brazos— Deberiamos llamarlos.

Ambos estuvieron de acuerdo con la idea de ir a buscarlos. El más alto de los dos se bajó del muro y buscó la mano de su "novio no oficial" con la suya pero no hubo resultado pues Bowers la retiró de la misma manera que se retiró al recibir el beso en la mejilla.

—Oye vamos, no tiene nada de malo.

—Claro que lo tiene.

Rodó los ojos antes de sonreir en un intento de transmitarle seguridad pero Bowers no dejaba de ver la sonrisa vacia. Patrick acercó su meñique al de su pareja para tomar este sin que todos sus dedos se tocasen. Parece que eso fue lo mejor pues el rubio sonrió con las mejillas encendidas y la mirada lejos de los ojos azules que querian ver su rostro.

—¿Está bien así?

—Perfecto —Dijo rápidamente aquel rubio que permanecia clavado en el sitio.

No intercambiaron más palabras mientras caminaban hacia la casa de uno de estos dos chicos. El viento a sus espaldas alborotando el pelo de ambos abusones, los chicos mirando a ambos aterrados corriendo lejos de ellos por si estos se habian percatando de su presencia pero estos estaban demasiado ocupados en apretar sus meñiques como si fuese sus manos juntas del todo.

El cielo claro en todo su esplendor del tono azulado, el calor abrasando las piernas de Bowers por su pantalón largo y lamiendo la piel de Hockstetter por los brazos, dandole una agradable sensación todo lo contrario al rubio.

—¿Lo llamas tú o lo llamo yo?

—Yo llamo y tu hablas ¿Vale? —Propuso Patrick.

—No no, se me da fatal hablar.

Pero entonces Patrick golpeó la puerta con rapidez empujando a Henry hacia adelante para que hablase mientras el se escondia detrás de su cuerpo. Con un gruñido el rubio le dió una mirada de indignación a lo que Hockstetter se encogió de hombros entre risas.

—Oh vaya, el joven Henry Bowers y su amiguito Patrick Hockstetter.

La puerta se habia abierto con un crugido pero ninguno lo habia escuchado en ese momento, solo cuando sonó la voz tosca de el hombre que habia aparecido trás la puerta fue el momento de que Henry se diese la vuelta tragando saliva. Se tomó unos segundos antes de hablar y luego otros cuantos para toser aclarandose la voz.

—¿Está Blech en casa? —Susurró, notando que la mano de Patrick se paseaba por su espalda.

—¿Blech? Oh, no. Lleva unos dias fuera de casa, pensé que estaba con vosotros.

Henry y Patrick intercambiaron miradas de incredulidad y entonces Patrick dió dos pasos hacia adelante para hablar.

—¿Y Victor? Tambien suele juntarse con nosotros.

—Tampoco tuve noticias de él. Espero que aparezcan pronto, no quiero que terminen como uno esos chicos desaparecidos.

—Pero ¿Tú no eres el padre de Blech?¿No estás preocupado? —Henry parecia asombrado.

Aquel hombre de hombros anchos y barba rió con fuerza. A Patrick le recordó a un armario.

—Mi hijo es fuerte y grande, sé que se denfenderá como le enseñé.

Parecia tan seguro de sus palabras que el de cabellos claros se alejó. Despidiendose la puerta se cerró con un fuerte "Clack", dando el comienzo de los pasos a modo desigual de los chicos, uno con las manos detrás de la nuca mirando hacia arriba, dejanso ver las manchas de sudor debajo de sus sobacos y otro con  la mirada baja, con la mano en la cadera y otra recogiendose los oscuros cabellos.

Hubo unos incómodos momentos antes de que se miraran. Patrick se preguntó por qué Henry transpiraban tanto y Henry por qué Patrick no lo hacia.

—¿Qué hacemos ahora?

La voz del contrario se clavó en la cabeza de rubios cabellos como un dolor de cabeza.Y él siguió.

—No podemos hacer mucho. Podemos buscarlos, pero no quiero acabar desaparecido.

—Yo tampoco quiero, Patrick, aún que a veces quiera, pero no desaparecer para que me encuentren muerto.

Accidentalmente sus pasos los llevaron al puente de los besos, donde ambos se miraron de nuevo. Cuantas veces lo habrian hecho queriendo que uno de ellos diese el primer paso.

—¿Tienes alguna idea? —Henry susurró un "¿hm?"— de como encontrarlos, a Victor y Blech.

—No los voy a buscar porque ya se que estarán muertos.

Otro silencio apareció junto con una brisa de suave aire.

—¿No tienes miedo?—Susurró Patrick tomando la mano del rubio abusón con fuerza.

—No. ¿Y tú?

—No.

Henry se acercó con pequeños pasitos para apoyar la cabeza en el hombro de su amado, suspirando profundanente intentando bajar el calor que habia subido a sus mejillas.

—La verdad es que estoy cagado de miedo. —Confesó Bowers.

—No deberias tener miedo.

—¿Por qué?

—Porque estoy contigo...

Sin verlo venir los labios de Patrick tocaron los suyos, moviendose con suavidad a un ritmo que no pudo rechazar, correspondiendole sonriendo intermente. Luego de segundos que se volvieron eternos Henry Bowers empujó con fuerza a Patrick Hockstetter tirandolo al suelo, provocando las risas del demente que tenia un rubor en sus mejillas pero no tan intenso que el de Henry.

—¡Oh vamos! Fue super romántico, Henry, admítelo.

—Te odio.

—Yo igual te amo. —Respondió entre risas.

M E N T I R O S O S 《HENTRICK》[TERMINADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora