Un regalo inesperado

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Tul *

Terminada la sesión, nos dirigimos al hotel, debemos preparar nuestras cosas y salir inmediatamente hacia el Hotel y Resort "Koh Samui", muy popular en Tailandia, más que nada entre parejas recién casadas, por tener espacios de descanso, áreas de masajes, piscinas termales, vista y salida al mar, restaurantes y más, pero todos con algo en común que lo describe, "Romance", estando en el lobby fue Nuid quien nos dio las instrucciones, luego nos dirigimos al restaurante del hotel...

Terminamos de cenar e inmediatamente subimos a nuestra habitación, muy callados en el ascensor acompañados de Sandy, Nuid y dos personas más, todos ellos ubicados entre nosotros, me di la vuelta y acomodaba mi cabello viéndome en la pared de espejo, sentí su mirada que de repente cruzo con la mía, sonrió y mi corazón comenzó a saltar, todos desaparecieron, nos perdimos en esa mirada que solo podía romperse con el sonido del elevador informando que estábamos en nuestro piso, salimos, arrastraba mis pasos, con una mano en mi bolsillo y la otra frotando mi cuello, estaba cansado, junto a mí, Max, con una actitud similar con ambas manos en los bolsillos, lo veía de reojo, también parecía cansado

-Chicos solo tienen una hora, me escuchan, si no están fuera, yo misma los sacaré, estén como estén...

Solo asentimos, estábamos tan cansados que ni Max quería hacer broma, entramos, él se tiró de espaldas en mi cama, yo lo veía con ansias de posarme sobre él, pero seguí hasta tomar nuestras maletas y colocarlas en su cama, abriéndolas una a una, vi que se levantó rumbo al baño a traer nuestras cosa, sonrió al ver que está siendo atento, trae todo y lo coloca en la cama, se sienta en el sofá tras de mí, doblando nuestra ropa, y pasándola a mis manos, sin decir nada, bostezando de vez en cuando...

-Ya!, es todo

-Creo que si *

Revisando con mi mirada la habitación, dándole la espalda, de repente siento como toma mis caderas y hala suavemente hacia él, caigo sentado sobre sus piernas, me abraza fuertemente, una de sus manos se desliza a mi pecho y la otra a mi vientre

-Nunca olvidaré este lugar, aquí consumamos nuestro amor por primera vez

Mientras sonrío, tomo mi teléfono y le propongo una fotografía, de hecho, recuerdo haber sacado muchas en este viaje, pero ninguna en esta habitación

-En la terraza * (le digo sin mirarlo)

El me mantiene abrazado, y después de tantas veces en las que hemos hecho el amor y permanecido abrazados, es justo está forma la que me da miedo y me hace sentir inseguro, apoyado sobre mi espalda sin soltarme ni por un instante, permanece callado...

-No te preocupes, solo estoy memorizando tu aroma, tu cuerpo entre mis brazos y el ambiente de esta habitación, para llevarlo conmigo

Sonrío, a decir verdad, aliviado, me suelta y nos dirigimos a la terraza

-La haré con boomerang *

En ese instante fuimos solo dos amigos sacando una fotografía del recuerdo, la subí a las redes y me dirigía adentro, tomó mi mano para detenerme

-Saca otra por favor, una para nosotros

Sin dudarlo me acerqué, colocándome de espaldas a él, tomó mi cintura y puso su mentón en mi hombro, justo en el instante que saque la foto susurro

-Te amo

-También te amo *

Lo dije mientras me giraba y en un instante estábamos sumidos en un beso, tan apasionado, uno de mis brazos rodeaban su cuerpo y con el otro, acariciaba su cabello y como un espejo, él hacia lo mismo, era imposible frenarnos, cada oportunidad era aprovechada, impulsados por un deseo cada vez más fuerte de consumarse, presionábamos tan fuerte como deseando fundirnos en un solo cuerpo, nuestras lenguas danzaban felices, entrelazadas, haciendo pequeñas pausar solo para tomar una bocanada de aire y poder continuar, nuestro cuerpo ya mostraba la excitación, tomo mi cadera y la contraminaba con la suya, me giró y colocó en la pared, de manera agresiva pero sin lastimarme, hasta hoy un sello entre nosotros, moviendo su cuerpo arriba y abajo, frotándolo en el mío, se nos va el tiempo, pero no podemos parar, gimiendo acariciando nuestros cuerpo, a punto de desnudarnos, a lo lejos escuchamos el sonido del teléfono, mi teléfono, que por suerte, cayo boca arriba en el suelo, nos detenemos, cansados, respirando fuerte y profundamente, reímos, avergonzados por dejarnos llevar, pero parece gracioso cómo el teléfono interrumpe siempre nuestra pasión, acaso habrá quien este observando, con respiraciones cortadas, beso su frente y él golpea con su puño la pared, se apoya en mi mentón, permanecemos así hasta que por fin deja se sonar

Almas GemelasWhere stories live. Discover now