Capítulo 23: Anexión

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Habían pasado varias semanas desde esa primera cita de la que ambas habían quedado sumamente satisfechas. Como se había planteado, el lunes después de la cita Lexa fue a buscar a Clarke a la salida de las prácticas del hospital. Cuando Clarke salió iba hablando con otra chica, también rubia, a la que Lexa no conocía, pero parecía que tenían una conversación agradable. En un primer momento Clarke no vio a Lexa, pero cuando su mirada se encontró con la de la castaña no pudo evitar que una enorme sonrisa adornara su rostro. Clarke se acercó junto con la otra chica a Lexa.

- Hola. - Saludó Clarke a Lexa con un abrazo y un beso en la mejilla.

- Hola. - Dijo Lexa devolviéndole el saludo y el beso en la mejilla.

- Esta es Harper. - Presentó Clarke a la otra chica. - Harper esta es... mi amiga Lexa. - Dijo después de dudar un segundo en como presentar a la castaña. Y sintiéndose a rabiar por no poder decir lo que de verdad quería decir.

Ambas chicas se saludaron cortésmente antes de que Clarke siguiera con las presentaciones.

- Harper es enfermera en el hospital.

- Bueno... Terminé el año pasado. - Especificó la chica.

- Pero técnicamente ya lo eres. - Apuntó Lexa.

- Sí pero todavía me queda mucho por aprender.

- La vida es aprender ¿no? - Dijo Lexa.

- Si, tienes razón. - Aceptó Harper.

- Y Lexa es la chica de la que te he hablado. La que trabaja en la librería con sus padres.

- ¡Ah! La chica que surte de libros a Clarke.

- Esa soy yo. - Dijo Lexa con una sonrisa.

- Vaya Clarke, hoy te veo mucho mejor acompañada. Me alegra que me hagas caso.

- Lárgate Finn. - Dijo Clarke de malas maneras.

- Si, si, hoy me voy tranquilo, te veo en buena compañía. - Dijo Finn marchándose luciendo su asqueroso uniforme de las Juventudes Hitlerianas.

- ¿A qué ha venido eso? - Preguntó Harper.

- A que ese tío es gilipollas. - Dijo Clarke sin medir sus palabras.

- Eso ni que lo jures. Que uniforme más repugnante. - Murmuró Harper.

Bueno, por lo visto ambas rubias opinaban lo mismo sobre el indeseable de Finn. Después de separarse Clarke y Lexa se fueron a hacer lo que mejor se les daba, dar un paseo y merendar.

Después de ese día Clarke y Lexa se habían seguido viendo con asiduidad, al menos dos veces entre semana y una el fin de semana. Siempre intentaban encontrar un momento a solas para hacer lo que no podían hacer delante de la gente, que era besarse y acariciarse como les diera la gana.

Era sábado doce de marzo y ya empezaba a mejorar el tiempo, todavía hacía frío, pero al menos los días empezaban a ser más soleados. Ese sábado era el elegido por Lexa para su segunda cita oficial y diferente a lo habitualmente hacía con Clarke. Esta vez, en vez de quedar por la noche habían quedado a medio día. Lexa quiso ir a buscar a Clarke a su casa, ya que la rubia era la invitada, pero como por la mañana tenía que trabajar en la librería, Clarke insistió en pasar a buscarla cuando cerraran para empezar la cita. Después de algunas protestas por parte de Lexa, ésta terminó cediendo ante el último argumento de la rubia. Si ella iba a buscarla tendrían más tiempo de estar juntas. Solo eran unos veinte minutos más, ya que Lexa tenía intención de pasar por casa de Clarke justo al salir del trabajo, pero veinte minutos más, eran veinte minutos más.

El Poder del Amor (Clexa AU)Where stories live. Discover now