Parte 1

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Craig Tucker

▪22 años

▪Abogado

▪Homosexual

▪Soltero

Vida rutinaria

-Hey, Craig, ¿cómo va todo? --saludó en hijo mayor de los Broflovski--

-Hey, Kyle. Pues ya te imaginarás lo divertido que es esto, ¿no?

-Vamos no es tan malo, sólo es un supermercado

-Sabes a lo que me refiero

-Bien, entiendo

Ambos chicos siguieron con sus compras, tenían que apurarse y comprar rápido debido a que por la hora la tienda no tardaba en cerrar, no era su culpa, no había tenido tiempo de ir más temprano por su horario de trabajo. Al terminar de pagar salieron para dirigirse a sus respectivos autos

-Nos vemos mañana, Craig --se despidió el pelirojo mientras terminaba de guardar las cosas en el auto y se amarraba como podía esa melena risada en una coleta alta--

-Nos vemos --sin decir nada más se fue en otra dirección-

Broflovski arrancó el auto y se fue, Tucker llegó al suyo, tiró las cosas en el otro asiento y subió a éste, 20 minutos después ya se encontraba en casa dejando las compras en la mesa las cuales no se iba a molestar en acomodar y se fue a su dormitorio, tenia que descansar pues mañana tenia que seguir con su rutina.

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El azabache despertó a eso de las 8:00am, se arregló con un traje negro junto con una camisa gris y su respectiva corbata. Peinó su cabello y claro, se colocó su chuyo azul pues solo se lo quita cuando es hora de abogar por sus clientes, para ninguna otra cosa.

Se subió al auto y una vez estando en el edificio se adentró a su oficina sin saludar a nadie, hey, que realmente odiaba esa rutina; despertar, trabajar, escuchar lloriqueo de gente, comprar, dormir. Pero bueno si quiere tener comida y un lugar en donde vivir debe soportarlo.

-Señor Tucker --dijo una pelinegra que entraba a la oficina--

-Dime, Wendy

-Tiene que ir con su cliente para cerrar el caso a las 12:00 --hablaba mientras leía unas notas con poco interés--

-Entendido, ahora sal de aquí, Testaburguer --habló con un tono calmado mientras mostraba su característica seña del dedo medio--

¿Qué? el nunca va a cambiar.

La chica salió y el chico se giró en su silla para poder mirar por la venta la ciudad, unos minutos después algo llamó su atención; un extraño olor llego a sus fosas nasales

Save me from the fireWhere stories live. Discover now