Seduciendo a una nerd © [3era Temporada]

Capítulo 12.- Invitación (Parte 2)

Después de que Myles y Mike nos dejaron solos en la oficina y si nada que hacer, ya que Emma no estaba y Adeline había desaparecido, mi compañero de trabajo se había preocupado.

—Si necesitas algo dímelo —dice Sam—. Tengo pastillas para el dolor de cuerpo si quiere.

—No gracias, estoy bien —Le digo acomodándome en mi asiento.

—Lo que hizo él no estuvo para nada bien —Sam me mira seriamente—. Si se te acerca mucho a ti aléjalo por seguridad y también a su hermano. Vi prácticamente que te toco por tocar.

Me masco la mejilla nerviosa.

—Pensé que me estaba creando idea en la cabeza —le digo.

Sam me sonríe amable.

—Que inocente eres para tu edad —me dice llamando mi atención.

—No soy inocente —le digo—. Sé que él se pasó de la línea pero tampoco creo que me llegue hacer algo.

Sam se relaja en su asiento.

—Ten cuidado con hombres de su edad.

—Tú tienes esa edad Sam y que digamos, no eres mucho mayor que yo —le digo.

Sam sonríe.

—Pero yo estoy casado y tengo una hija —me dice Sam—. Hay una gran diferencia que se llama responsabilidad familiar. No perdería el amor de mi mujer y mi hija por una noche de pasión con una mujer. Ya no me interesa eso.

—Suena lindo escuchar eso a tu edad —le digo y Sam se encoje del os hombros.

—Lo único que quiero al llegar a casa es besar a mi esposa y tomar a mi hija en brazos, para después dormir —sonríe Sam rápidamente—. Pero ni duermo con llantos.

—Ya habrá tiempo para dormir. —Le digo.

Sam me sonríe.

—Si, ya habrá tiempo —me dice.

Nos llevábamos prácticamente hablando la mayoría de la tarde. No teníamos trabajo; ni Myles ni Mike nos dejó algo. Por mientras con Sam jugamos algunos juegos y hablamos. Fue una tarde entretenida. Ya cuando me despedí de él tenía una llamada perdida de Justin. Pero para mi sorpresa cuando iba bajando el ascensor, ciertamente estaba sola porque Sam voló para su casa.

Vi a Justin afuera del edificio.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto.

—Vine por ti —me sonríe.

Justin extiende sus brazos para tomarme de la cintura.

—No te volví a llamar porque pensé que estaba ocupada trabajando —me dijo y en seguida pensé "si supieras que no hice nada"—. ¿Cómo estuvo tu día mi amor?