Scarlette Castillo, 23 años de edad.
♛Mis padres murieron hace 15 años, mi Abuela Isabelle Pino, tomó la corona y el Reinado "San Luis de Guerra" La única Nieta, que llegara pronto al reinado ¿estaré lista para eso? Acompáñame en esta Aventura♛
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A diferencia de mis compañeros de clase, yo estaba despierta (muy despierta). Apague mi alarma, y para tan solo olvidar aquel recuerdo en un bello entorno, quise caminar cerca del lago, por fortuna nadie noto que me había despertado. No sabía que podía querer a otra persona (Se que Chris solo fue mi guarda espalda, pero, fueron lo 5 días más gratos que pude tener) para soltar mi mente un poco, trato de pensar en mi abuela (Ahora ven ella es mala) supuse que estaba haciendo un bien, quise pensar en otro ángulo de mi abuela, pero su punto de enviarme lejos, tan lejos se centra en un solo punto la corona.
Retorné al campamento ya todo estaban despiertos (Y cómo siempre, no preguntaron por mi; que bien saber que alguien se preocupa por mi, aunque no soy cero a la izquierda para José) recuerdo que cuando José me beso, noté una sombra extraña, en ese momento no quise preguntar, tan solo quería disfrutar. José me hizo una pequeña seña para ir hacía el (El pequeño GRAN problema es que cualquier pregunta que me hiciera, no tendría respuesta. Pero si sabia que lo amaba cada vez que me veía o cuando me hablaba) No tuve más remedio que esquivarlo, (Lo sé, lo sé... no debía hacerlo), supuse que me buscaría nuevamente, pero creo que entendió mi indirecta.
Al transcurso de las horas me guié hacía mi tienda de acampar, notaba un pequeño papel que sobresalía del saco de dormir;
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-¡¿QUEEE?! ¿Servidor?, ¿Sombra?, ¡No entiendo!- tomé lo que tenía cerca y lo tire con fuerza, lloré en silencio; todo quedo claro en mi, José me engañó y sedujo, me dio alas para volar pero no aprendí y me estrellé con sus lindas palabras ¡Pero ya no más!, luego de este transcurso escolar , me iré directo a mi reino- Me seque las lágrimas con una camiseta y salí como si no hubiese pasado nada.
Era hora de recoger ya que la disponibilidad del lugar se había agotado, José se dirigió a mi con un cordial saludo (Yo: No entendí) lo rechacé sutilmente, en cierta parte muy dentro de mi quería solo ¡Abrazarlo y decirle cuanto lo quiero! pero recuerdo que la otra parte seguía confundida...
